En estos tiempos, donde se vive con poco y los alimentos se han ido a la estratosfera en beneficio de los medios de producción donde el valor de uso en la desaparición de los valores de cambio como elemento dominante de la economía, en una guerra donde las hortalizas y las frutas tiene su espacio reservado.
El fruto del aguacate trae su propia logística armamentística, en esta economía orientada a la satisfacción de los individuos, mas no en el colectivo, donde se fijan los derechos colectivos y difusos, en su afán industrializado de llevarse a la flora y fauna, reservorios hídricos y agotamiento de la tierra en beneficio de las trasnacionales que poco les importa la soberanía de los pueblos, disfrazados de cipayos que le sirven a las sociedades económicas.
Las clases dominantes del capital en su afán de obtener el oro verde, disfrazan sus sembradíos en terrenos que son ricos hídricos para la siembra, el pastoreo, los reservorios de agua son desviados, dejando a pueblos sin el vital líquido, el cual se evaporo para un sinfín de pueblos rurales.
La guerra del aguacate involucra varios continentes, la anunciada tercera guerra mundial. Está en pleno apogeo de manera silente por los medios. América. Europa. África.
En América, el mayor productor de aguacates es México desde hace tiempo y Colombia llevan la batuta en la producción del aguacate. Colombia con unas modestas 43 toneladas presento su producto líder en el Súper Bowl, su modesto aguacate con olor Israelí, la empresa Monagro dueña de las plantaciones del valle del Cauca, tiene su producto líder el aguacate palta Hass. El cual está desplazando los cultivos de café, los sembradíos, ganando mano de obra barata. Destrucción de los cultivos tradicionales a través de lo pesticida, contaminación de los acuíferos.
En México, los sembradío de aguacate son disfrazados entre los arboles de pino, las quemas provocadas, y la destrucción de la acuíferos, los pinos y otros árboles donde la migración de las mariposas Monarcas tiene sus refugios son destruido, según estudios la ultima migración no supero los 35 millones de mariposas, superando en anteriores migraciones los 100 millones de mariposas, los venados, y otros tipos de animales silvestre están amenazados, por la siembra “forzosa” de aguacate. El 85 % de la producción de aguacate mexicano – Michoacano es vendido en Estados Unidos de América.
La casa indiscriminada, la tala y ahora la siembra de aguacates y sus cercas de alambre de púas que impiden el desplazamiento de los elefantes de sus antiguos senderos, sacrificando sus bebederos de agua, los cuales traerá enfrentamiento ante la carencia de agua para su supervivencia. Kenia es el sexto productor de aguacate del mundo, desplazando a Europa, España.los mayores territorios de plantación de aguacates en Kenia se sitúan en tierras de los antiguos dueños los masai, quienes sacrificaron el turismo, la venta de artesanías, costumbres y ritos religiosos por el dinero fácil. Los reservorios de agua vitales para los pueblos ancestrales se convirtieron en cotos privados de empresas extranjeras.
En la producción de un aguacate se invierten aproximadamente 600 litros de agua comprometiéndose la red hídrica, otros calcula que para producir un kilo de aguacate se invierten 2.000 litros de agua, o sea cuatro veces más de lo que consumen un kilo de naranjas, diez veces más para un kilo de tomate, llevando el consumo de agua para una hectárea a 1.000 litros por día. Lo que esconde la concha negra del aguacate. Los pesticidas no garantizan que se esté consumiendo un producto que no esté envenenado teniendo en su futuro los servicios sociales un colapso provocado por los grandes inversionistas que le dejan al estado el saldo político.