La cooptación del socialismo del siglo XXI

Desde la llegada de los españoles a las nuevas tierras las cuales habían sido visitadas por otras gentes desde más allá de donde vino el "descubridor", vikingos, chinos, civilizaciones hasta de otro planeta ya habían rondado al planeta tierra, rastros de antiguas construcciones demuestran su gran conocimiento en la construcción y la medicina y otras ciencias que algunos países se han reservado para mantener su dominio, su hegemonía.

Desde Caín y Abel, ya venía rondando el tema de la propiedad, al ofrecer una mejor ofrenda se establecía una diferencia ante los ojos del supremo, se establecieron el origen de las desigualdades entre los hombre, antiguas desigualdades que no les importaba andar desnudos o llenos de pieles, eran grupos de seres humanos, seres salvaje que solo siente sus necesidades naturales, comida, mujer, reposo, solo le temen al hambre y al dolor, la muerte es otra cosa, eran sometidos por otros grupos en mejores condiciones, conocimientos adquiridos en otras latitudes, así como grupos que demostraron su conocimiento al amparo de la muerte, la barbarie, el genocidio, holocaustos inimaginables en esta tierra de "Gracia".

Por lo tanto, aquellos pueblos primitivos viven solo para la comida, la mujer, el reposo, en comunidad, aldeas, tribus, o grandes conglomerados de palafitos. Cultivando su conuco, como se le llama actualmente, contribuyendo con su parte a la élite, al cuerpo gobernante. Llegando a establecerse jerarquías en esa especie de sociedad socialista de manera utópica.

Marx dejo entre sus escritos el capital, que no era para hacerse rico, sino para establecer sus ideas en cuanto a la sociedad socialista, los factores históricos – genéticos de la alienación humana, la propiedad privada, la división del trabajo y la producción mercantil.

Se establece la extinción o supresión de la propiedad privada, la cual, si no es bien conducida termina volviéndose al antiguo dueño y con intereses por daños causados. Lo que nos lleva a la producción y distribución, cadena que es difícil de romper si es llevada en un maletín con mucho disimulo y tacto, para no desatar la propiedad privada de la conciencia que inevitablemente nos llevará a la crítica y la disensión. Como lo plantea el maestro Ludovico Silva en su teoría del Socialismo.

La producción mercantil sigue su camino monetarista, dinero y valor de cambio, llevándonos al inevitable tráfico humano y su explotación. La fuerza de trabajo humano en forma de salario de cambio, no hay un trabajo de desarrollo que sea integral en la sociedad como medio de ganarse la vida, lo cual es incompatible en la satisfacción de las necesidades. La abundancia de bienes y servicios es frenada por la cotidianidad de la distribución frenada por el dinero. Ajustada a la especulación, la usura, el acaparamiento y la cartelización como ilícitos económicos, que tienen las grandes empresas en sus almacenes. En total violación de los derechos colectivos y difusos.

Entre tantos paradigmas que se tejen en busca del socialismo, se planteó y se sigue planteando el mononacional-monocultural, no es de facto o pronunciamientos en plazas públicas, el establecimiento o la existencia de un estado dentro de otro estado o territorio, lo cual traería un desajuste en las estructuras sociales. Motivado a su extraterritorialidad, y el desconocimiento de sus líderes al ponerles precio a su cabeza, en violación del derecho internacional, quedando como medida la reciprocidad.

El otro es la cooptación, la selección de miembros los cuales no vienen de una selección natural sino por nominación interna, donde los antiguos miembros se resisten a perder su cuota de poder. El fondo monetario internacional no evaluó a Venezuela como miembro para darle su apoyo en la compra de medicamentos, comida, repuestos para industria primigenia del país en su trampa de endeudamiento.

La acumulación por desposesión, concepto acuñado por el geógrafo David Harvey, tiene por objetivo mantener el sistema actual, repercutiendo en los sectores empobrecidos la crisis de sobreacumulación del capital, mercantilizando ámbitos hasta entonces cerrados al mercado. Provocando crisis por bloque y otras por compras anticipadas para incidir en el desabastecimiento por culpa de la pandemia.

Se fusionan empresas, se fusionan partidos políticos en función de su objetivo. No desaparecer, sin saber que es la plusvalía ideológica, invento de Luis José Silva Michelena. (1937-1988) conocido como Ludovico Silva. Un producto de los explotados del aparato productivo que son los proletarios porque los que no trabajan los marginados ya lo dieron todo, pero que se necesitan para seguir alimentando la plusvalía ideológica, que beneficia la plusvalía material, la cual se encarga el medio comunicacional para obtener un saldo político.

Otra modalidad es la de inflar currículo estando en cargos de quince días o un mes que establece su condición de jerarquía, logrando imponer su plusvalía material sobre la plusvalía ideológica, al arrinconar temas como los consejos comunales, las comunas o las ciudades comunales la obsolescencia programada en el poder popular por acumulación por desposesión, acumulando almacenes abarrotados de mercancía por un dólar que está fracturado.



Esta nota ha sido leída aproximadamente 1473 veces.



Jesús Chacón


Visite el perfil de Jesús Chacón para ver el listado de todos sus artículos en Aporrea.


Noticias Recientes:

Comparte en las redes sociales


Síguenos en Facebook y Twitter



Jesús Chacón

Jesús Chacón

Más artículos de este autor