1. Conozco bien a Lorenzo Meyer, un estudioso e intelectual de centro/izquierda. Le he leído algunos trabajos en libros, sobre todo sus artículos y le he oído varias entrevistas. Me parece un estudioso muy honesto, de los poquísimos que no han atraído los sobornos que grandes políticos y empresarios reparten. Es un intelectual que habla lento porque analiza; pero –como deberíamos ser todos- no impone “verdades”, hace pensar sobre lo dicho. Por su forma no parece que pudiera ser asesor, se parece a un filósofo que ayuda a pensar; es además un buen historiador.
2. Hoy he escuchado a Meyer –en entrevista con Julio Astillero- analizar el pensamiento del presidente López Obrador y los problemas que enfrenta. Coincidí con él al decir que no se piense que la 4T es una revolución anticapitalista porque no lo es; no hay que olvidar que la Independencia, la Reforma y la Revolución no fueron radicales y dejaron las cosas más o menos igual; la pobreza y la miseria continuaron. Pero sobre todo cuando comenta el discurso –llamado Informe- de AMLO al decir: “se viene de la derecha y al decir AMLO que hay que ir a la izquierda lo que se busca es ubicarse en el centro”.
3. Esta idea ya la he escrito en unos cinco artículos: “AMLO es de centro”, “El PRI, desde que se fundó en 1929 hasta 1982, fue de centro”; fue Salinas de Gortari –que gobernó tras el trono del presidente De la Madrid, y luego presidente él mismo”- el que lo derechizó absolutamente con sus acuerdos con el PAN y los empresarios. Meyer dice correctamente: “Se viene de la derecha y AMLO habla de ir a la izquierda para quedarse en el centro”, o sea, eso de la 4T es solamente limpiar un poco, pero también está el peligro de que la oposición de derecha impida avances y haga que las cosas empeoren.
4. Mi crítica a don Lorenzo, que es un estudioso de mucho valor, es que nunca vivió el activismo de los izquierdistas; que nunca se confrontó en la lucha social y menos fue a la cárcel por las batallas sociales. Como intelectual posiblemente conozca la historia de la socialdemocracia que combatió las ideas revolucionarias radicales de Lenin y Rosa para imponer el reformismo, el pacifismo, el electoralismo y el entreguismo. La realidad es que las ideas revolucionarias no han desaparecido; sus militantes oportunistas fueron comidos, tragados, por los gobiernos capitalistas que les dieron dinero y poder.
5. Sin embargo, escuchando bien al estudioso Lorenzo Meyer –que poco me importan sus títulos universitarios y sus colegios- se entienden sus reflexiones. En lo general Meyer apoya a AMLO, pero su honestidad le permite ver que “no hay que pedir peras al olmo”. No importa si AMLO es de centro o de izquierda reformista; lo importante es que en las condiciones mexicanos se requiere una gran revolución, profunda, que expropie a quienes acumulan los capitales saqueados y robados, para preparar el camino hacia la igualdad. Las reformas y los pequeños cambios sólo sirven para prolongar el sistema de explotación y opresión. (3/XII/21)
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