1. Los grandes capitalistas mexicanos (empresarios y políticos) encabezados por Instituto Nacional Electoral (INE) se han unido contra el presidente López Obrador para evitar que se haga una consulta sobre "revocación del mandato" que reconfirmaría a AMLO en la Presidencia dándole con ello mayor poder. Los del INE cobran tres veces el salario del presidente blandengue que en tres años no ha hecho nada para evitar ese gigantesco salario parecido al de los jueces de la SCJN y otros privilegiados. Estos meses –aunque también en los tres años- los del INE se han burlado abiertamente del blandengue López Obrador y hoy exigen muchos millones más para hacer la consulta.
2. La acusación central de los opositores contra AMLO es que busca reelegirse dado que ha mantenido una concentración personal del gobierno, mismo donde sus seguidores de todo tipo caminan como incondicionales tras él. La realidad –tiene que reconocerse- es que AMLO visitó de 2005 a 2018 en tres ocasiones- los tres mil municipios del país cuando los demás partidos PRI, PAN, PRD, en sus gobiernos, habían llegado al grado máximo como ladrones y asesinos. Señalan los opositores que ningún precandidato: la Sheinbaum, el Ebrard, el Monreal, o el secretario de Gobernación, lo opacarían. Pero AMLO ha jurado que por ningún motivo aceptaría la reelección y que se regresaría a su rancho.
3. Desde el siglo XIX en México se han registrado reelecciones: basta con ver a Santa Ana, a Juárez, a Díaz; en la revolución a Obregón, a Calles (el jefe máximo) y a Salinas que gobernó tras el trono de Miguel de la Madrid, no pudo reelegirse, y trató de imponer a Colosio. Lo que la historia recuerda más es la larga dictadura de Porfirio Díaz electo en 1876, que utilizó a su compadre como presidente de 1980 a 1984 y luego "el pueblo" (periodistas bien pagados) exigió su regreso para quedarse hasta 1911, cuando la revolución lo derrocó. López obrador, hasta ahora, parece ser el único presidente no corrupto de la historia. Todos los presidentes, por lo menos desde 1940, han salido multimillonarios.
4. Morena, el partido de AMLO, es casi inexistente. Sólo sirve para negociar con los partidos PRI, PAN, PRD, y con los empresarios. Si tuviera alguna fuerza e inteligencia –en vez de recoger millones de firmas bobas, haría movimientos nacionales de protesta en las calles para conseguir lo que el gobierno necesita. ¿Quién resistiría los bloqueos al INE, a partidos y fábricas? Pero la blandenguería de AMLO ante "los derechos constitucionales" de la burguesía es total. Por ello he escrito en tras artículos sobre la digna actitud de Bukele, presidente de El Salvador, que lo primero que hizo al asumir la presidencia, fue destituir a jueces y funcionarios corruptos, así como no hacer caso a los EEUU y su embajadora.
5. Así que todas esas confrontaciones de López Obrador y el INE, por claros intereses políticos y de dinero, que confunden y fastidian a la concurrencia, deben cesar. López Obrador tiene tres caminos: 1) sigue llenando con dinero al INE, 2) moviliza a la población exigiendo y 3) suspende la llamada consulta. ¿O es que le está haciendo la campaña presidencial al tal Córdoba, presidente del INE? La realidad es que la población –si tuviera un grado de conciencia crítica- debería salir a la calle a protestar contra lo que se gasta del presupuesto público en los jueces, el INE y los partidos políticos. Pero no; el pueblo ha odiado la política y lo único que le interesa es un trabajo, un salario que le garantice la comida de hoy de su familia.
