1. El presidente López Obrador y su gobierno me convenció una vez más, que en México "nunca enterraremos el capitalismo". Que se podrán hacer algunas reformas que renuevan al sistema opresor, pero la esencia: la explotación, la desigualdad, se refuerzan sin que la población se dé cuenta. He batallado en calles y plazas por 61 años contra todos los gobiernos capitalistas o "neoliberales", como hoy le llaman; en todo ese tiempo sólo he visto a un pueblo –aunque fuera miserable y hambriento- que le ha valido un carajo la explotación y opresión que los victimiza, es decir, un pueblo muy fácil de manipular con los medios de información (TV, radio, prensa), con el fútbol, la religión, las diversiones y el buen trago. Pero lo peor es que esa dominación se repite en todo el mundo.
2. Desde que comenzaron los seguidores de AMLO a hablar de la IV Transformación me pareció una real bobada muy engañosa al ver los objetivos. Pensé: si la "primera" la batalla fue contra el imperio español; la "segunda" fue contra los conservadores, el clero y la propiedad de la tierra; la "tercera" fue contra la dictadura porfiriana, ¿y la "cuarta" sería entonces una segunda revolución contra el capitalismo, contra la gigantesca acumulación de la riqueza en mil multimillonarios, buscando eliminar el hambre, la miseria y la pobreza? Nada de eso; fueron muchas denuncias (más de mil) contra la corrupción que jamás se castigó. Ahora, ante el evidente fracaso, se argumenta que la 4T es el "cambio de conciencia" en un pueblo que no tiene la menor idea (nunca la ha tenido) de lo que sucede.
3. Ya lo he dicho y escrito cien veces: el pueblo mexicano -pienso que todos los pueblos del mundo- no sabe de política ni le interesa. Sabe perfectamente trabajar y producir, pero sabe que gobierno y partidos se dedican a robar, a hacer negocios y lo mejor es estar lejos de ellos. Votan, sí, pero por quien mejor los manipula, los engaña, los acarrea y les reparte dinero o regalos. El pueblo jamás ha sabido de ideologías, de izquierda, derecha o centro, vota por quien es más efectivo en la manipulación. Pero además nunca gobierno o partidos se han preocupado por prepararlos políticamente para que aprendan a distinguir una ideología de otra. La realidad es que cada partido o gobierno apenas se preocupan por 200 gentes que giran alrededor de ellos. Esos son los activistas organizadores de la manipulación.
4. Todo es propaganda para bien o para mal –para políticos y empresarios- según circule el dinero. Dado que TV, radio, prensa, son empresas de propiedad privada que viven de los negocios, siempre responden a los intereses de quien les paga. Son esos medios los que agrandan, extienden, hacen importante las noticias que les conviene y son los mismos los que silencian lo que quieren y desprestigian según su gusto. ¿Cuál es la noticia, la consigna, el tema, que debe tratarse hoy, mañana, toda la semana por los medios? La gente común sin razonar, repite lo que ve y escucha. Leer libros, revistas, periódicos, es sólo para una ínfima minoría, pero muy pequeña, que se convierte en la poca informada. Son estos los que aprovechan lo que saben para participar en la alta política.
5. Para que alcance la categoría de IV Transformación debió hacerse una nueva revolución que ponga en primer luchar la igualdad económica, política, social, cultural. Si no la igualdad, por lo menos por ese camino que nunca se inició. Pero dada las condiciones del país con poderosos empresarios asociados al imperio yanqui y sus políticos burgueses mexicanos, eso suena imposible. Parece que no será ninguna transformación sino un gobierno neoliberal más con discurso centrista, incluso con buenas intenciones, pero de allí no pasó. Las pruebas son de publicación diaria: se publica con alegría que enmedio del Covid los millonarios duplicaron sus ingresos y los pobres (80 por ciento de la población) se hicieron más pobres, incluso miserables. ¿Después del caudillo López Obrador la derecha recuperará lo poco perdido?