Concluida la segunda guerra mundial e iniciada la guerra fría, a mediado de la década de los 40, EEUU y las potencias capitalistas de Europa Occidental fundaron, bajo la hegemonía estadounidense, la denominada Alianza del Atlántico Norte (OTAN); una alianza militar supuestamente destinada a "enfrentar el comunismo" y "preservar seguridad europea" frente a la Unión de Repúblicas Socialistas Soviéticas y las democracia populares de Europa Oriental, cuyos pueblos habían jugado un papel estelar en la lucha contra el eje fascista constituido por Alemania, Italia y Japón.
Solo la URSS perdió 20 millones de personas en todo su territorio de un total de 50 millones de víctimas.
Con el innecesario y cruel lanzamiento por EEUU de las bombas atómicas en Hiroshima y Nagasaki, y la impronta militarista del Pentágono, tutor desde el inicio de la OTAN, esas fuerzas impusieron una intensa y carrera armamentista que todavía perdura; carrera estimulada sobre todo por el negocio de las armas a cargo del Complejo Militar Industrial-Financiero de la Superpotencia Norteamericana.
El planeta ha sido sembrado de bases militares por EE.UU (más de 800 a escala mundial) y despliegue flotas navales en tos sus mares y océanos, las cuales que han servido a su política de intervenciones, golpes y agresiones militares, guerras locales y masacres de todas las intensidades y generaciones. Todo esto con el acompañamiento de la OTAN.
En el contexto de la llamada Guerra Fría y de las campañas anticomunistas, los pueblos de Asia, África y Nuestra América hemos sido víctimas de numerosas invasiones y masacres militares auspiciadas por la CIA, el Pentágono, la OTAN y sus ejércitos y unidades de mercenarios…por el solo hecho de luchar por su soberanía, la democracia y la justicia social. En muchos los casos se evidencia que la OTAN rebasa el Atlántico Norte, está controlada por EEUU y sirve a las corporaciones transnacionales del sistema capitalista-imperialista occidental y a los intereses geoestratégicos de EE.UU.
Nuestra América ha sufrido más de 70 años de agresiones, golpes de Estado e invasiones contra la autodeterminación de sus neocolonias y el sueño bolivariano de Patria Grande Liberada, que ahora representan los países que han conquistado o están en vía de conquistar su segunda independencia.
∙ LA OTAN PERDURÓ LUEGO DE LA GUERRA FRÍA Y DEL PRETEXTO ANTICOMUNISTA.
El pretexto de la lucha contra el "comunismo ateo y disociador" se agotó al inicio de la década de los 90 cuando se produjo la desintegración de la URSS, el colapso del socialismo real euro-soviético y la restauración del capitalismo en todo el Este europeo.
Entonces, EEUU y todas las potencias capitalistas proclamaron la "muerte del socialismo y el comunismo y el triunfo definitivo del capitalismo".
Entonces, la OTAN debió ser disuelta si realmente su razón de ser era contribuir a su proclamada la derrota del comunismo y de los Estados del campo euro soviético y la "amenazada" seguridad de Europa Occidental.
La OTAN, sin embargo, ha continuado acompañando los designios de guerra, muerte y destrucción de EEUU y del sistema mundial en crisis que esa superpotencia encabeza; desesperadas, voraces y agresivas sus elites económicas, sociales, políticas y militares, tanto por su evidente declinación y pérdida de hegemonía mundial, como por la emergencia de China y Rusia, y las crecientes rebeldías populares por la autodeterminación y los cambios sociales impugnadores del también decadente capitalismo neoliberal.
Post fase de "guerra fría", que resultó no ser tan fría (y si lo dudan pregúntenle a Corea, Cuba, Vietnam, Camboya, República Dominicana, Granada, Congo, Guinea, Namibia, Indonesia, Filipinas, Palestina, Líbano…), el PENTAGONO y la OTAN decidieron ratificar su rol de gendarme y calentar más aun la situación mundial, sembrando muerte y destrucción; evidenciando de paso, que más que combatir la llamada "amenaza comunista" y a la URSS, su razón de ser es dominar es el mundo, aplastar las luchas por las soberanías de los pueblos e impedir la multipolaridad y la democratización del escenario internacional.
Rusia, China, Irán, Corea del Norte, Cuba, Venezuela, Bolivia, México, Argentina y todo lo que huela a competencia para abolir maltrecha hegemonía mundial, o a autodeterminación o post neoliberalismo, le produce una migraña incurable que se traduce en acoso militar, desestabilización de los gobiernos y Estados adversos, guerras económicas, cibernéticas, biológicas, incursiones mercenarias, terrorismo de Estado, embargos genocidas, agresiones neofascista, invasiones militares, bombardeos y guerras locales. Con esos fines usan, remodelan y extienden la jurisdicción territorial y marítima de la OTAN, experta ya en acompañar las guerras del Pentágono y de provocar acosos, cercos y amenazas militares mayores, que conducen a agudos y dramáticos enfrentamientos militares y a crueles guerras al interior de otros países o entre países vecinos.
∙ LA OTAN, LA POST GUERRA FRÍA Y LA GUERRA GLOBAL INFINITA.
Antes de esta dolorosa intervención militar de Rusia en Ucrania, han tenido lugar múltiples invasiones y agresiones militares a cargo de la OTAN y del PENTÁGONO, no pocas con características devastadoras, como en la ex Yugoslavia-Kosovo, Kuwait-Irak (Guerra del Golfo Pérsico, invasión Tormenta de Desierto), en Afganistán (ocupado y agredido militarmente durante 10 año), nueva invasión a Irak con balance de un millón de muertes y destrucciones de patrimonios culturales de inmenso valor.
Además, los bombardeos y la desintegración del Estado Libio, el apoyo las masacres del sionismo israelí contra el mundo árabe, a las matanzas e intervenciones en África, la guerra contra la autodeterminación de Yemen; respaldo militar al Estado narco-terrorista de Colombia, a su guerra sucia y sus acciones genocidas (incorporado a la OTAN de cara al Caribe, en la vecindad de Venezuela), intervenciones militares en Haití, golpe de Estado en Bolivia y reforzamiento de coloniaje en Puerto Rico, plagado de bases militares…
En ocasión del derrumbamiento de las Torres Gemela, con evidencia de contubernio de los servicios de inteligencia de EEUU e Israel, el Presidente de esa superpotencia militar declaró la guerra global infinita contra todo tipo de adversarios en la arena internacional; y en ese contexto se han desarrollado todas las fechorías militares señaladas y muchas otras más, y otras modalidades de agresión a escala planetaria.
La situación en Ucrania no escapa a esa trágica realidad provocada por un imperio que se resiste agresivamente a aceptar su declinación y la necesidad de un nuevo orden mundial; violentando a la vez todas las normas de convivencia pacífica y provocando un caos bajo su control, evidentemente impugnado por una gran parte de la humanidad.
∙ LA GUERRA EN UCRANIA Y LAS VERDAD QUE TRATAN DE OCULTAR.
En verdad no se trata simplemente de una guerra de Rusia contra Ucrania, sino de otra expresión en esa zona de la llamada Guerra Global Infinita, desatada por EEUU y aliados desde el 2011, iniciada esta nueva versión al convertir a Ucrania en un almacén de armas, provocaciones y laboratorios al servicio de la guerra biológica y bandas de mercenarios fascistas, y tratar de incorporar esa república vecina de Rusia a la OTAN; al ejecutar el golpe de Estado del 2014 y responder a la autodeterminación de Lugansk y Donetsk con múltiples masacres respaldadas por la OTAN con un balance que asciende a los 14 mil muertos. Todo esto dentro de una estrategia de cerco y acoso militar que perseguía el abandono por Rusia de sus intereses de gran potencia y del nacionalismo gran ruso que representa el régimen que preside Vadimir Putin.
∙ LA PAZ MUNDIAL EXIJE DISOLVER LA OTAN.
Para desgracia de la humanidad, la OTAN no fue oportunamente disuelta y su existencia perdura todavía dejando una estela de sangre y muerte, de aplastamiento de soberanía y prolongación de un orden neoliberal realmente nefasto.
A la humanidad, por su propia preservación, le toca intensificar la lucha por su desaparición y la disolución de todos los bloques militares; junto a la decisión de conquistar por lo menos un mundo libre de armas nucleares y con vocación de paz dentro de la actual multipolaridad.