La estupidez mata de hambre

El tema de soberanía alimentaria o seguridad alimentaria es ahora el más urgente en la agenda internacional.

Después de que los miembros de la OTAN lanzaron una guerra económica a gran escala contra Rusia bajo el pueril slogan de "castigar a Putin" .Una crisis alimentaria se hizo inevitable con el cierre del espacio aéreo europeo y los puertos europeos para los aviones y barcos rusos ha supuesto interrupciones en las cadenas de suministro de productos agrícolas básicos, principalmente, aceite de girasol y cereales.

El primer ministro italiano, Mario Draghi, el anterior idiota de dudosa reputación que estuvo al frente del Banco Central Europeo dijo: "Las sanciones contra Rusia estarán vigentes durante mucho tiempo, los canales comerciales le estarán cerrados durante muchos años, sino para siempre", Draghi se refiere nada menos quea los canales de suministro de alimentos.

Por su parte, el director general de la FAO, Qu Dongyu, anuncia que se avecina una grave crisis, por lo que algunos países ya se encuentran en una "fase catastrófica de inseguridad alimentaria". Los gobernantes europeos están tratando de culpar a Rusia, insisten en que es responsable de la ruptura de las cadenas de suministro. ¿Es que no fue Bruselas la que excluyó a los barcos rusos del acceso a puertos europeos?

Rusia es una parte integral del sistema de comercio mundial y el mayor exportador de productos agrícolas. Muchos países africanos dependen casi por completo de sus exportaciones de cereales. Las sanciones contra Rusia por su intervención rusa en Ucrania para impedir el genocidio de la mayoría ucraniana de lengua y cultura rusa, Un crimen que Bruselas fingía ignorar y no decía nada porque era cometido por el gobierno títere puesto desde Maidan por la Victoria Nuland, Subsecretaria de Estado norteamericana. Para castigar la inevitable operación militar de Rusia para salvar del exterminio a la población de cultura rusa residente en el Donbáss ucraniano, para perjudicar la economía rusa, Bruselas bloqueó la posibilidad de exportar cereales desde el territorio de Ucrania bajo control de Rusia o de Rusia misma. Como si no supiesen que de esa región proviene un tercio de las exportaciones mundiales de trigo.

Rusia está haciendo todo lo posible para superar la crisis alimentaria y está lista para garantizar el paso sin trabas de los barcos con cereales ucranianos al mar Mediterráneo si Ucrania retira las minas que ha colocado en las aguas costeras.

Sin embargo, EE. UU. no tiene la intención de aliviar las sanciones contra Rusia, lo cual dificulta las exportaciones de cereales de Ucrania o de Rusia al mercado mundial de cereales donde donde compiten con el que exportan los Estados Unidos y Canadá que también son proveedores importantes y competidores mundiales de Rusia y Ucrania.

Es un cuento parecido al de las sanciones contra el gas importado de Rusia que tiene un precio 40% más barato que el que Estados Unidos ofrece a Europa.

En Washington los gobiernos cambian pero las políticas siguen siempre iguales.

Las restricciones logísticas existentes pueden conducir a un agravamiento de las contradicciones socioeconómicas en los países de África y Oriente Medio, lo que creará nuevos focos de inestabilidad en estas regiones. Tanto los países en desarrollo como los desarrollados están sintiendo las consecuencias: las tiendas sudafricanas han tenido que limitar la venta de aceite de girasol, cuyo precio ha subido un 55 % desde febrero, mientras que las autoridades danesas y británicas han limitado la venta de aceite de girasol a cada persona. La crisis ha golpeado la Eurozona, donde la inflación ha alcanzado un récord del 7,5%. En este contexto, surgen dudas sobre el futuro del suministro de alimentos y el nivel de impacto de las sanciones contra Rusia sobre la creciente crisis en la economía mundial.

Las penurias que sufrirá Europa el próximo invierno, por culpa de las sanciones de los países OTAN contra Rusia: el hambre y el frío harán esa próxima estación el momento propicio para derrocar la dictadura de la Comisión Europea. que es solo una pandilla nombrada a dedo por la solitaria oligarquía partitocrática europea. Lo peor es que esa pandilla no responde ante los pueblos europeos por sus disparates catastróficos; ni tampoco ante el Parlamento Europeo


 



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Umberto Mazzei

Doctor en Ciencias Políticas por la Universidad de Florencia (Italia ) y Profesor Emérito de Relaciones Económicas Internacionales del Instituto Sismondi de Ginebra (Suiza)

 umbertomazzei2@mail.com

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