La inflación está devastando las cifras de las encuestas de Biden. Se está hundiendo rápidamente y mientras se hunde está reduciendo las posibilidades de los demócratas en las elecciones de noviembre. A partir de ahora, los demócratas ciertamente perderían su mayoría en la Cámara y tal vez incluso en el Senado. Necesita frenar la inflación. Es así de simple. Pero recuerde que mientras la Reserva Federal de EE. UU. aumenta las tasas de interés para reducir también la inflación, Biden tiene dos problemas más en ciernes. Una recesión. Además, la caída del mercado de valores está reduciendo los ahorros y los ingresos de jubilación de las personas. ¡Biden está en un aprieto!
El factor que más empuja la inflación es el aumento de los combustibles por la escasez mundial artificial creada por las estúpidas sanciones a Rusia. Una vez aplicadas retirarlas equivaldría a una rendición ante Rusia, aunque eso ya lo están sugiriendo algunos países europeos; pero después de tanta verborrea de Biden contra Putin eso sería un ridículo mundial equivalente a un suicidio político para muchos gobiernos europeos y para todo el partido demócrata en Estados Unidos.
Durante su campaña electoral Biden ganó votos criticando a Arabia Saudita que por la guerra de Yemen y el asesinato de Kassoghi en el consulado saudí de Ankara. Ir ahora en peregrinación a pedir a los sauditas que aumenten la producción en un par de millones de barriles diarios que apenas tendrían efecto en el precio, es una humillación incoherente e inútil porque los pozos de Arabia Saudita han mostrado síntomas de agotamiento y aumentar súbitamente 2 millones de barriles diarios no es plausible. Otra opción racional es levantar las sanciones a Irán y reconciliarse con Teherán porque Irán si está en condiciones de aumentar su producción en 2 o 3 millones de barriles diarios; pero eso lo impide el poder del Lobby judío sobre los medios de Estados Unidos que de inmediato orquestarían un escándalo que anularía toda posibilidad al partido demócrata de regresar al poder en la Casa Blanca o el Capitolio.
Por lo expuesto, Venezuela es la única opción para el Presidente Joe Biden y el Partido Demócrata de mantener el poder en Estados Unidos. Otra posibilidad sería que las petroleras accediesen a bajar los precios del combustible, aunque todas estén encantadas con ellos. Venezuela está en grado de imponer condiciones en su negociación sobre fuentes de energía con Estados Unidos. La condición previa debe ser la devolución inmediata de los activos venezolanos en Estados Unidos con una adecuada indemnización.