En Centroamérica, Taiwán ya solo mantiene lazos diplomáticos formales con Belice, Honduras y Guatemala tras el corte de relaciones con Nicaragua
En general, solo catorce países en todo el mundo reconocen a Taipei como capital de China. Los demás reconocen a Beijing debido a la importante presión geopolítica de China continental que es ahora el principal mercado y el más importante socio comercial del mundo entero.
Desde la Doctrina Monroe del año 1823. América Latina es algo así como una zona económica reservada a la preponderancia de empresas de los Estados Unidos.
Cuando Marcos Perez Jimenez comenzó a preferir grandes contratos de infraestructura a empresas europeas comenzaron las conspiraciones militares de Romulo Fernandez con la Embajada norteamericana.
Los esfuerzos latinoamericanos de integración como el Pacto Andino han servido mucho para abrir espacios libres de aranceles y restricciones en que se mueven con libertad bienes y capitales norteamericanos que reciben el beneficio del Trato Nacional.
MERCOSUR es con mucho el proyecto más importante Latinoamericano de integración y su mayor mercado. MERCOSUR es a su vez el más independiente de la influencia económica de Estados Unidos; porque en ese espacio económico operan actores provenientes de otras economías.
En MERCOSUR hay muchas inversiones europeas y desde una época más reciente una notable presencia comercial de China. Hay, en proyecto, un acuerdo de libre comercio e inversiones entre MERCOSUR y China: su único escollo es que Paraguay se quedó anclado en la guerra civil china del 1948 y aún no reconoce al gobierno de Beijing como el legítimo y único gobierno de China. Eso obstaculiza la negociación de un acuerdo entre MERCOSUR y la República Popular de China (Beijing )
Con el regreso de Lula al poder y con Argentina como parte del grupo de los BRICS es de esperar que aumentarán las Presiones de los socios de MERCOSUR para que Asunción se atreva a contradecir las órdenes de Washington y reconozca la realidad de que China es la mayor economía del mundo y que esa economía es gobernada desde Beijing y no desde Taipei..
El cónclave de aquellos países que se empeñan en negar esa realidad que tanto la ONU como los Estados Unidos reconocen no es el de influir en América Central donde ya solo Guatemala, Belice y Honduras reconocen el gobierno de Taipei.
El propósito del cónclave ordenado por Washington en Guatemala es el de animar a Paraguay para que persevere en el error y siga siendo un obstáculo para la firma de un acuerdo de integración o de estrecha cooperación económica entre China y Mercosur.
Guatemala se presenta como la ficha más importante que impide que la América Latina pase a ser parte del Inmenso proyecto chino de la Bel t and Road Initiative (GRI ) mas conocido en español como la Nueva Ruta de la Seda Un inmenso proyecto para una infraestructura que una y conecte físicamente las Economías del Sur Global..
América Central es la región Latinoamericana que más tiene que ganar en ese proyecto porque sus líneas de comunicación y transporte terrestre o marítimo aún son aquellas que en su momento fueron construidas y trazadas según la conveniencia de las compañías bananeras que de hecho y efecto gobernaban esas repúblicas
Como la China Popular no tiene representación diplomática en Guatemala, no hay quien exponga las inmensas ventajas que reconocer a Beijing traería para toda la América Central y en especial a Guatemala.
Ese papel diplomático que China no puede ejercer directamente lo debieran ejercerlo los enviados de Venezuela y Colombia por el beneficio común que el desarrollo de una infraestructura moderna de transporte traería para toda la región. Esa acción diplomática tendría que ser ejercidas en colaboración con las embajadas de China Popular acreditadas en América Central.
Conozco muy bien a Guatemala y la región porque allí fui docente y consultor en temas de comercio internacional durante 10 años. al final de esa época colaboró como activista y asesor técnico en las campañas locales contra el ALCA dentro de Mesa Global,
En toda América Central hay un sector industrial decisivo para la toma de decisiones en política exterior, se trata del sector azucarero. Ese sector fue engañado por el USTR ( US Trade Representative ) que durante la negociación del CAFTA hizo creer que era de verdad un acuerdo de libre comercio, cuando en realidad es que es un acuerdo de comercio administrado.
Los azucareros norteamericanos apoyaron el CAFTA porque se les hizo creer que tendrán entrada libre al inmenso mercado norteamericano del azúcar.
Cuando conocieron la realidad supieron que solo se les concede una cuota equivalente al 1% del mercado norteamericabo del azúcar y para colmo repartida entre los 5 países.
A cambio de esa miseria los azucareros aceptaron la entrada libre de productos agrícolas norteamericanos con precios subvencionados con los que los productores locales no podían competir. Por ello en modo igual que los campesinos mexicanos por culpa del NAFTA, los campesinos centroamericanos terminaron obligados a emigrar masivamente y atravesar a pié toda la América Central y todo Mexico Para emigrar hacia Estados Unidos; donde les espera una recepción muy hostil
Conviene que el enviado de Venezuela que va a abogar por la gran y trascendente ventaja de reconocer a la verdadera y poderosa China que representa Beijing; sea alguien con conocimiento de la economía de la región y contactos entre los medios empresariales y de la Sociedad Civil. Solo alguien de esas características puede procurar una coincidencia en cuanto a la conveniencia de reconocer y aceptar la nueva realidad geopolítica de un mundo multipolar.