1. Publiqué ayer un artículo preguntando: ¿Y si desaparecieran para siempre las tesis que nadie lee y se hicieran intervenciones orales profundas, como examen final? Mi muy amiga Andrea, -destacada locutora, entrevistadora y conductora de radio en la CDMX- me respondió oponiéndose radicalmente a mi posición; defendió ella la importancia de las tesis, sobre todo en este momento que se habla de plagios o copias de ese documento.
2. Le respondí agradeciéndole sus líneas e interés, pero le adelanté: Andrea, aún más, mi locura va incluso en acabar con los títulos; que quien se contrate en un trabajo no enseñe papeles, pues bastarían algunas preguntas indagatorias para que el solicitante demuestre lo que sabe, que es capaz para desempeñarse. Quizá también acabar con la enseñanza escolarizada. ¿No se conocen acaso las estadísticas de los pocos privilegiados que llegan a la llamada licenciatura y de los que concluyen la primaria?
3. Por lo que he investigado, estudiado y vivido como estudiante y profesor de la educación escolarizada mexicana, he sostenido que el sistema escolarizado es una simple copia –por su estructura, objetivos, planes y programas- que vienen del positivismo de mediados del siglo XIX. Nada se ha movido, en más de siglo y medio nada se ha transformado, es la misma estructura con formas y métodos de Comte y Barreda cuyos tres estados positivos, "se asemejan con los tres colores de la bandera mexicana".
4. Todo el sistema ha sido repetitivo desde que se instaló el modelo de seis años de primaria, tres de secundaria, tres de nivel preparatoriano, cinco de licenciatura, etcétera. Los niños van a la escuela por costumbre, por obligación, por entretenimiento o porque los padres tienen que trabajar. ¿Por qué seis años y no tres o cuatro en primaria? ¿Para qué sirve la secundaria si no es para hacer deporte, enamorar, jugar? ¿Y las escuelas técnicas sólo buscan dar salida a las necesidades del trabajo, de la industria, para preparar mano de obra barata?
5. Algunos de mis amigos no recuerdan enseñanzas en la secundaria y preparatoria porque todas fueron dictadas tras un escritorio sin las preguntas, cuestionamientos o actividades necesarias. El memorismo repetitivo se impuso sin dar lugar a reflexión alguna. "En educación aún existen pendientes'', admitió hoy AMLO. En el nivel medio superior es necesario mejorar los programas de estudio, pues las becas resultan insuficientes para evitar la deserción. En materia educativa hay varios pendientes".