La Constitución mexicana se estira y se encoge a conveniencia, pero siempre al servicio del poder y el dinero

1. Nunca hay que decir que la Constitución de 1917 no se cumple; sí se cumple, pero en beneficio de la burguesía, de la clase dominante que la creó y la puso a su servicio. Proclama que está contra la esclavitud, pero ésta sólo cambió a formas de explotación y opresión; proclamó la educación laica y gratuita, pero ha profundizado las diferencias de clase social; la Constitución condena el latifundismo, pero las buenas tierras siguen siendo dominadas por grandes terratenientes; habla de la defensa de los trabajadores, pero los oprime y explota. Todos juran que cumplen la Constitución, los tres poderes juran respetarla, pero sus abogados la interpretan como les mandan.

2. En vez de exigir que se cumpla la Constitución hecha por la burguesía, se debe abolir para que la población oprimida haga la suya proclamando en primer lugar la igualdad y la cárcel a quien la viole. Pero la igualdad no es un discurso de políticos y abogados sino la desaparición de las clases sociales, es decir, de ricos y pobres para que todos trabajen, produzcan, se alimenten y se diviertan. Pero dadas las fuerzas organizadas con la que cuentan los pobres y miserables, este planteamiento es una ilusión, una utopía, aunque una escritora escribió que siempre "hay que hacer posible lo imposible". Yo llamo demagogos, a los gobiernos y políticos que prometen y no cumplen.

3. A propósito, me escribió, y de paso me envió un video, el abogado –hoy diputado en Chihuahua- Gustavo de la Rosa, para responder mi artículo sobre educación en México, publicado hoy 5 de febrero. Es importante decir que Gustavo y yo, allí por 1964, nos conocimos en un curso sobre política del PRP espartaquista impartido por el profesor Raúl Olmedo en la Facultad de la UNAM. Años después Gustavo y yo continuamos militando en la misma línea sobre todo porque en Ciudad Juárez y Chihuahua –donde nuestros compañeros editaban el periódico Cuauhtémoc, luego El Martillo- como organización no electoral, realizamos varias reuniones.

4. El video que me envió el abogado De la Rosa, señala: Pedro, te comparto un video que describe un proyecto de rescate de jóvenes antes de que caigan en la delincuencia. Tú entiendes, ya experimentaste el impacto de la educación en la construcción de un sentido de vida de los jóvenes. La investigación fue muy larga y muy costosa, escribe Gustavo, pero al fin tenemos un modelo de educación que se puede aplicar en beneficio de los jóvenes que abandonaron secundaria entre los 12 y los 17 años; esto ante mi planteamiento que la educación tiene que ser otra cosa, no la que se imparte oficialmente por el poder de acuerdo a la Constitución.

5. Pienso que ese rescate de decenas (más de un centenar) de jóvenes inclinados o salvados de la delincuencia, que encabeza mi amigo De la Rosa, "en las zonas más violentas de la ciudad", aunque es infinitamente pequeña, es una muestra que, en educación, salud, trabajo, se pueden realizar cambios profundos con voluntad. Así que esto de la Constitución, festejada el 5 de febrero, es la reiteración de hace más de un siglo de declaraciones demagógicas de políticos que lo único que tienen en la cabeza es obtener más poder y dinero. En vez de seguir jurando lealtad, había que abolirla para hacer otra en beneficio real de los pobres y miserables.



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Pedro Echeverría


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