1. Pensé que llamaban en México "crimen organizado" a las bandas que asesinaban; sin embargo, al fin entendí: "la delincuencia o crimen organizado", a la que AMLO, sus partidarios, la llamada oposición, los medios de información, tanto desprestigian, persiguen y asesinan, no es otra cosa que los miserables, los desempleados, que buscan llevar a su casa, un alimento para su familia. Hasta ahora leí bien y entendí que cuando el presidente López Obrador llama a los miembros de la Caravana de Guerrero "crimen organizado", que llegó a la CDMX protestando por la falta de atención a los miserables del huracán, los llama así porque no se someten a su gobierno.
2. Llamar "crimen organizado" a la oposición al gobierno de AMLO, me parece brutal porque es un reto. Menos malo sería llamarles "rebeldes", luchadores contra la desigualdad, enemigos del sistema, de plano, anarquistas. La realidad es, al contrario; el crimen organizado está en el gobierno, son los empresarios y todos los que han mantenido al país en la miseria. La realidad es que mientras un pobre miserable roba mil pesos para comer junto a su familia, el rico negociante obtiene mil millones de pesos sólo para continuar con sus negocios. Los auténticos delincuentes siempre han estado arriba mientras los miserables buscan hasta dentro de la basura.
3. Vivo con enorme esperanza, con grandes ilusiones, en que el llamado despectivamente "crimen organizado" se organice de verdad, pero para mantener una batalla, una gran lucha, contra quienes los explotan, los roban y los oprimen. Pensaba que los jóvenes de los años 60 –al salir combativamente a la calle a mentarle la madre a los gobiernos- éramos más bravos y conscientes y que los de ahora son sumisos a gobiernos y sistema; grave error si alcanzamos ver que esos jóvenes rebeldes y desobedientes al sistema hoy –con sus alianzas necesarias- logran destruir a esos gobiernos demagogos que lo único que tienen en la mente es el poder y el dinero.
4. Alguna dama (¿diputada?) que abandonó Morena hace 15 días dijo: López Obrador aplaude a quien lo sigue, aunque sea un ladrón o defraudador; pero repudia y desprestigia a quien no lo obedece, aunque sea trabajador y honesto; tiene dominado a todos con ojos y oídos porque en el partido hay un sistema policiaco de vigilancia que le llega directamente. En sus discursos dice que no hay imposición, corrupción, ni paternalismo; pero en el interior del partido se practica con exactitud lo que se critica. Para él todo es crimen organizado cuando no lo apoyan, pero cuando ve- con toda la información que recibe, que las cosas le favorecen, entonces aplaude.