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La votación en los sectores populares a favor de Milei fue notable. Aspiran a que el peso argentino se equipare al dólar, y entonces llegue una bonanza maravillosa. Aquí se vivió algo parecido en el 88, cuando el Gocho repitió, y muchos soñaban con ir de nuevo a Miami a hacer compras los fines de semana.
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En argentinas los pobres votaron por la derecha, luego del embarque del vacuo Alberto Fernández. Cuando un izquierdista es muy débil (como también está pasando con Boric) lo que viene es un pavoroso derechazo.
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Votaron a un homófobo. A alguien que odia a los pobres, que quiere privatizarlo todo. Votaron a un inconmensurable cerdo de derecha. Que admira a la Thatcher, y por ende a los colonialistas ingleses. Que apoya a la guerra de los sionistas contra Palestina. Que desprecia al Papa Francisco I, por su gran pensamiento humano.
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Que está de acuerdo con el gran robo y despilfarro que hizo Macri de un préstamo al FMI por más de 250 mil millones de dólares. Alguien que propone reducir el Estado al mínimo y confía en que el mercado por sí solo resolverá los enormes problemas económicos de la Nación. Quien quiere imitar la política gringa y de Bolsonaro, la libre portación de armas. Que promete acabar con los planes sociales y está de acuerdo con la libre venta de órganos.
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Cuando habla de acabar con el estado paternalista está diciendo que pondrá a los pobres a comer miasmas. Va a recortar los fondos de jubilaciones y pensiones. Va a dolarizar la economía y a eliminar el Banco Central.
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Mucho venezolano que está celebrando el triunfo de este canalla pareciera desconocer que ha dicho que va a prohibir la entrada al país de extranjeros.
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Va con todo a alinearse con los gringos y con Israel y afirma que romperá con Brasil y con China, los dos principales socios comerciales de Argentina. También asegura que romperá con los BRICS".
