La trama criminal del capitalismo salvaje

El sistema socialista es la única respuesta con la que cuenta la especie humana para contener la debacle sin retorno que ha generado el neoliberalismo:

¡Está amenazada toda forma de vida en nuestra Madre Tierra!.

Debemos digerir y concientizar que el socialismo es también el camino al desarrollo de un mundo diferente, basado en la solidaridad y la cooperación y no en el individualismo y la competencia mercantilista.

En el caso de nuestra América Meridional las potencias imperialistas, hoy como ayer no admiten ni toleran que los pueblos de NuestraAmérica reivindiquen las ideas de un mundo diferente al que pregona el capitalismo salvaje, conformado por sus antivalores, el individualismo, egoísmo, competencia desmedida, concentración de riquezas y consumismo insaciable, ante la propuesta de solidaridad, complementariedad, colectivismo y distribución equitativa de la riqueza social que prevé el sistema socialista.

Tampoco tolera el primer mundo hegemonizado por el capital y el mercado, que pueblos periféricos confronten sus dictados y propongan modelos alternativos para la convivencia y la paz social.

Asimismo, está presente la necesidad de expoliar nuestros recursos naturales, toda vez que EEUU y Europa carecen de recursos estratégicos que son vitales para su mantenimiento como potencias, el desarrollo de su industria electrónica, aeroespacial, satelital o militar, requiere de minerales estratégicos que ellos no poseen y están a borbotones en nuestros espacios. Por eso, a toda costa y a cualquier precio deben dominarnos para saquear los recursos que ellos no poseen.

Es indispensable romper con la reproducción metabólica del capital que nos hace retroceder al capitalismo, a pesar de las buenas intenciones. Hay que salir de aquellos líderes genuflexos ante la arremetida imperial que maniobra políticamente para cooptar dirigentes "blandos" o con poca formación ideológica y muchas ambiciones pecuniarias.

Superar al capitalismo salvaje no es una tarea fácil, hacer una revolución como dijo Ernesto Che Guevara, es extraordinariamente difícil, y en ello se nos va hasta la vida. El capitalismo tiene mecanismo que le permiten, a pesar de su crisis terminal, renovarse y reproducirse. Su régimen está ideado para triturar cualquier intento de revolución.

Sin embargo, esto no nos impide contener al saqueo de los recursos naturales sin dejar ningún beneficio ni incidir en la erradicación de enfermedades, del analfabetismo, entre otros males que aquejan a los pueblos del mal llamado tercer mundo.

Ya no basta con hacerle la crítica al capitalismo, también hay que criticar la modernidad, que es el proyecto cultural y civilizatorio propio de la burguesía moderna eurocéntrica que engendró el capitalismo para desarrollarse. Fue un proceso conjunto, paralelo e inescindible.



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Alberto Vargas

Abogado y periodista, egresado de la UCV, con posgrado en Derecho Tributario y Derecho Penal. Profesor universitario en la cátedra de Derechos Humanos

 albertovargas30@gmail.com

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