Finalmente el gobierno venezolano siembra un precedente al cerrar el espacio aéreo a naves y aeronaves que vengan o vayan a Argentina, como reciprocidad al vil robo del avión de EMTRASUR, propiedad de la empresa CONVIASA, perteneciente al Estado venezolano; y luego llevada a EEUU, donde sin ningún miramiento fue canibalizada. Esta decisión permanecerá vigente hasta que la compañía afectada “sea debidamente compensada por los daños causados, después de las acciones ilegales realizadas, solo con el fin de complacer a sus tutores del norte” señaló Yvan Gil.
Recordemos que esta aeronave fue incautada por el gobierno del papanatas Alberto Fernandez bajo falaces señalamientos urdidos por el Departamento de Estado gringo y luego pasado a manos de Javier Milei, quien no tuvo el mínimo escrúpulo en entregárselo a los gringos. El presidente Argentino ahora que se ve con la soga al cuello, afrontando una prohibición que lo afecta, no sabe a dónde ir con su lagrimeo y su vociferante verbo. Pretende denunciar a Venezuela ante la Organización de Aviación Civil Internacional (OACI) de la ONU.
Milei en su afán de enfrentar a la revolución bolivariana, y obedeciendo a sus desquicios mentales se presta para cualquier ilegalidad, entre otras, la de tumbar a la “dictadura de Maduro”; que fue electo democráticamente bajo los votos del pueblo venezolano; asumiendo además, posiciones serviles para ser bien visto por su amo del norte y conseguir su respaldo incondicional, como perrito faldero en el patio trasero de los gringos y de esta manera le sirve como patente de corso para permanecer en el poder y lanzarle una cortina de humo a las innumerables protestas que en su contra salen a todo lo ancho y largo de su país producto del cerco económico, violaciones a los derechos humanos, desmanes de todo tipo contra el pueblo argentino y el grupo intimo que lo acompaña en su acción de gobierno.