Todas las palestinas, representan la gran mayoría de los sobrevivientes presos, que hacen vida dentro de los dos grandes Campos de Concentraciones. Desde el inicio de sus nacimientos, igualmente fueron, son y serán celebradas como los varones, las enhorabuenas a la nueva miembro hacia la familia. Sus cuerpos, manos y pies, jamás pudiesen salir de esta mazmorra, en cambio sus ojos navegan en las profundidades de los redes, mientras los sueños exploran los infinitos de sus imaginaciones. A pequeña edad, las niñas a diferentes de los varones, contribuyen, aprenden y socorren las faenas del hogar. En su niñez, adolescencia y juventud, gozan de muchos tiempos libres, que la encamina a la única cosa que se puede hacer dentro de un calabozo, es ilustrarse a través de colegios y universidades, hasta llegar al status de PHD.
La mayoría de estas profesionales, con alto nivel de educación, raramente rechazarían casarse con un hombre que no termino la escuela, solo debería ser igualmente rehenes dentro los campos de concentración, las verían y sentirían como una traición a su cultura penitenciaria, enlazarse y desplazarse, las gran mayoría de ellas se quedan resistiendo con sus iguales, pero una minoría se irían, al exilio y no podría volver a su tierra, sin el caprichoso permiso israelí más las costosas vacunas egipcias, oh simplemente hasta el día de la independencia de Palestina.
Al ser madre, tendrían que estar dispuestas, por las opuestas sionistas, apuestas del destino y repuesta a las estadísticas, en donde más del 20% pudiesen ser sus hijos e hijas, que sean asesinados a sangres frías, o les amputan, algunos de sus extremidades, también el porcentaje se triplica al 60%, tendría que soportar la encarcelación de sus hijos a partir los 6 -17 años, en las racistas y sionistas cárceles militares.
Siendo joven y llena de vida con grandes sueños, corre el riesgo, en transformarse carnadas sionistas, para chantajear a sus hermanos, padres o inclusive pretendiente. Los obligan hacer labores de traición e información de sus iguales, a cambio de no encarcelar la hermana, hija o novia y transformarla en la ramera de los guardias correccional. La mayoría no traiciona, pero lamentable cientos de sus muy queridas y amadas femeniles, se encuentran pagando vuestras lealtades a los suyos. Muchas organizaciones internacionales de los derechos humanos se han quejados de las sistemáticas violaciones en las cárceles israelíes, pero 33 mil muertos aun no es suficiente, violaciones a jóvenes y niñas, no cambiaría absolutamente nada, para los lamentables palestinos.
A sabiendo que se encuentran, solas en este mundo, las niñas y jóvenes violadas, salen de las cárceles con vuestras cabezas alzadas y orgullosas, jamás pudieron tocar sus aspiraciones, tumbar sus sueños, o persistir en la resistencia a la ocupación. Al contrario, las evolucionarían en una testaruda, armada, jurídica, social, política o cualquier forma que desea resistir, sus hambrientas mentes, solo desean ilustrarse y alistarse, en la lucha en contra esta inhuman represión global.
Las nativas, han soportado tantas humillaciones, consternaciones y violaciones, en donde las diversas imaginaciones, jamás creerían o aguantarían las acciones que padecieron, las heroicas, pacientes y valerosas mujeres palestinas.