Este domingo los ecuatorianos fueron llamados a votar en un referéndum sobre una serie de reformas internas vinculadas a la seguridad y de flexibilización laboral. En medio de la crisis desatada por la guerra entre pandillas narco y con baja participación, más de la mitad de los votantes aprobaron las propuestas relacionadas con la militarización pero rechazaron las que proponían una reforma laboral y ventajas para las multinacionales.
Los ecuatorianos votaron este domingo en un referéndum convocado por el gobierno del empresario Daniel Noboa que buscaba validar su presidencia, atravesada por múltiples crisis, mediante una consulta sobre 11 puntos que incluían un fortalecimiento de la política de militarización del territorio nacional en el marco de la llamada "lucha contra el narco" y una contrarreforma económica para legalizar la precarización laboral y beneficiar a las empresas transnacionales.
Con una participación 10 puntos menor que en las elecciones presidenciales del año pasado, el referéndum terminó en una victoria con sabor amargo para Noboa, que logró obtener una mayoría en las preguntas sobre militarización pero perdió en las relacionadas a las reformas aabiertamente neoliberales.
A los ecuatorianos se les hicieron 11 preguntas sobre la ampliación de los poderes militares y policiales, un endurecimiento significativo del control de armas y la imposición de penas más severas por "terrorismo". Las propuestas también incluían aliviar los obstáculos a la extradición de criminales acusados y alargar las sentencias de prisión para los narcotraficantes condenados. Mientras que en el terreno económico había dos preguntas: una para avanzar en una reforma laboral que legalice la precarización mediante contratos basura, que incluían la contratación por horas, y una segunda pregunta para habilitar que las empresas multinacionales con presencia en el país puedan realizar demandas en tribunales por fuera de América Latina, lo que socavaría aún más la soberanía ecuatoriana.
El resultado del recuento rápido de votos anunciado por el Consejo Nacional Electoral del país después de finalizar la votación a última hora del domingo mostró que la afluencia a las urnas fue menor que en la elección del año pasado en la que resultó electo Noboa y que entre el 60 y el 73 por ciento de los votantes aprobaron las preguntas relacionadas con la militarización, y en igual proporción rechazaron las relacionadas con medidas económicas.
El referéndum fue llamado por Noboa en el marco de una crisis múltiple que atraviesa el país y tenía el objetivo de validarse en las urnas en su cruzada bonapartista y autoritaria. De hecho las elecciones se llevaron a cabo en medio de un estado de excepción por 60 días, donde dispone la movilización de las Fuerzas Armadas y la Policía en todo el territorio nacional, decretado solo 48 horas antes de la consulta.
La consulta también tiene lugar en medio de apagones masivos de luz que han generado un descontento en la población y a pocas semanas de la crisis abierta por el asalto a la embajada de México en Quito para detener al exvicepresidente Jorge Glas Espinel, violando la soberanía mexicana y el derecho internacional de asilo político, lo que le ha causado el repudio internacional.
Siendo un presidente que asumió para terminar el mandato de su sucesor, el banquero Guillermo Lasso quien en mayo de 2023 decretó la "muerte cruzada" ante la posibilidad de un juicio político, Noboa encontró en las medidas punitivas y la militarización la forma de ganar popularidad ante una situación de descontrol por el accionar de las bandas criminales, que no hacen más de mostrar la profunda descomposición estatal y degradación capitalista que vive Ecuador.
De hecho su gobierno dio un giro en enero, tras la acción conjunta de bandas criminales que tomaron un canal de televisión y amenazaron con tomar rehenes en universidades, lo que le permitió establecer el primer estado de sitio, involucrando a las fuerzas armadas en el control interno del país. Estas medidas fueron apoyadas por un amplio arco político que incluyó a la confederación de nacionalidades indígenas (Conaie) y la fuerza política que responde al expresidente Rafael Correa, que avalaron el accionar de Noboa. Este aval, que luego sufrió algunas fisuras sobre todo con el asalto a la embajada de México, es parte de lo que permitió que Noboa salga fortalecido em el referéndum, en las preguntas relacionadas con la militarización.
Endurecimiento del control social
La situación de crisis estatal relacionada con el accionar de las bandas criminales es sin dudas un tema sensible para el pueblo ecuatoriano, lo que explica que las nueve preguntas del referéndum centradas en la seguridad hayan sido aprobadas por mayoría.
El mismo día del referéndum fue asesinado el director de una de las cárceles durante un motín, mientras que dos días antes fue asesinado el alcalde del cantón de Portovelo. Desde enero de 2023, al menos una docena de políticos han sido asesinados, incluido el candidato presidencial Fernando Villavicencio, que recibió un disparo en agosto después de un acto de campaña, y que era uno de los favoritos para las elecciones en las que terminó imponiéndose Noboa.
Se ha atribuido la creciente violencia en Ecuador a pandillas con vínculos con cárteles transnacionales que utilizan sus puertos para enviar drogas a Estados Unidos y Europa. Esto es así, sin embargo, ninguna de las fuerzas políticas, incluido el correísmo, denuncia que la clave detrás de su fortalecimiento es la colusión de estas bandas con el poder político, la justicia y las fuerzas represivas, que garantizan su impunidad. Es así que la militarización no solo no puede resolver el problema del accionar de estas bandas sino que tiene el objetivo de establecer control social sobre una población que ha venido expresando su descontento con la situación económica y política mediante protestas masivas que han forzado la salida de presidentes o derrotado sus planes.
La derrota de Noboa en las preguntas relacionadas con reformas económicas de corte neoliberal muestran que a pesar del terror provocado por el accionar de las bandas criminales y del control social mediante la militarización del país, el pueblo ecuatoriano no está dispuesto a soportar más ataques a sus condiciones de vida. De esto tendrá que tomar nota Noboa que este domingo tuvo una victoria con sabor amargo.