Traducción desde el inglés por Sergio R. Anacona
Strategic Culture Foundation
De una manera u otra, la matanza en Gaza no terminará en un día. Pero las fuerzas que actúan dentro de nosotros y que dieron origen a esa carnicería seguirán viviendo largamente hasta que el sonido de los drones y las explosiones hay cesado.
Algunas veces cuesta decir qué es lo más horrible: el genocidio mismo de Gaza o la decadencia moral a través de nuestra sociedad que lo hace posible.
Quiero decir que las atrocidades de Gaza tienen un par de millones de víctimas. Ahora si Ud. suma las poblaciones de Estados Unidos, Europa, Canadá y Australia Ud. tendría alrededor de mil millones de personas viviendo una sociedad miserable cuya conciencia colectiva está tan retorcida y enredada que permite que sus gobiernos apoyen un genocidio en vivo a plena vista de todo el mundo. Mil millones de personas que están tan moralmente quebradas que consideran tolerable que semejante pesadilla les sea infligida en su presencia a sus semejantes, seres humanos..
Esto ha sido particularmente grave durante el fragor de la campaña presidencial en Estados Unidos, cuando a sabiendas decenas de millones de electores atropellándose para barrer a Gaza bajo la alfombra y entregar así su apoyo a uno de los dos candidatos mayoritarios, quienes se comprometieron a apoyar al estado sionista que está perpetrando el genocidio. A lo mejor ellos perciben los crímenes de Israel como una molestia colateral con la cual la izquierda sigue interrumpiendo las reuniones de la Kamala o al contrario, apoyen las acciones de Israel de manera total.
Qué manera de vivir sin propósito, qué traición a la verdad y a nuestra propia humanidad. ¿Cómo es posible que alguien pueda encontrar cierta satisfacción en ese tipo de existencia y en calidad de zombi? Evadiéndose sin importarle nada, desplazándose al ritmo del status quo que devora carne humana porque resulta más cómodo que la deficiencia cognitiva la cual advendría a través del divorcio de una visión servil a los poderes a la cual Ud. ha sido adoctrinado desde su nacimiento hasta el casamiento …..
Lo que un Cirujano Observó en Gaza
Estuve escuchando una entrevista con un doctor que trabajó en Gaza durante el genocidio y él discutió el período hace tiempo luego que esto ocurrió cuando la Fuerza de Defensa de Israel (IDF sigla en inglés) forzó la evacuación de un hospital y dejó a cuatro bebés prematuros para que murieran en sus incubadoras luego de asegurarle al personal que estos bebés serían atendidos. Sus pequeños cuerpitos fueron encontrados descomponiéndose semanas más tarde, luego que las fuerzas israelíes se retiraran del área.
¿Cómo es que ese incidente por sí mismo no paralizara a todo el mundo? ¿Cómo es que no nos paralizara a todos y nos obligara a reevaluar todo lo que nos condujo hacia este estado de cosas? No se trató de un secreto que esos cuatro bebés fallecieran, el hecho fue informado por toda la prensa. Ocurrió ahí, justo frente a nosotros y no hicimos nada.
Semejantes atrocidades han estado ocurriendo diariamente durante trece meses y todavía nada.
Tenemos que vivir con esto, tenemos que vivir dentro de una sociedad genocida y rodeados de incompetentes sonámbulos cubiertos con sangre humana. Nuestras vidas aquí en Occidente son muchísimo más cómodas que la vida de la gente en Gaza, pero son mucho menos genuinas y además mucho menos capaces de alimentar el espíritu humano.
Nosotros estamos adobados en falsedades y psicopatía, observamos las mentiras y la psicopatía, comemos, bebemos y respiramos mentiras y psicopatía. Nuestras mentes están repletas de basura, nuestros corazones están repletos de materias fecales y estamos vadeando con la sangre hasta nuestros tobillos, el sudor y las lágrimas del sur global. Esta llaga supurante en nuestra civilización es el único territorio en el cual el genocidio de Gaza, apoyado por Occidente podría enraizarse.
El pueblo de Gaza tiene que sufrir las consecuencias por quienes somos y en qué nos hemos convertido, pero tenemos que vivir con quiénes somos y en qué nos hemos convertido. Estamos asesinando a sus bebés y abandonándolos para que se pudran, pero nosotros somos los que tenemos que vivir con sus cadáveres de bebés descomponiéndose en nuestras almas.
De un modo u otro, la matanza en Gaza llegará un día a su fin. Pero las fuerzas al interior de nosotros que dieron lugar para esta matanza, tendrán una larga vida luego que las explosiones de drones y bombas hayan cesado.
Tendemos que vivir con eso. Tendremos que vivir sabiendo que eso es lo que somos.
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