NACIONES UNIDAS – La administración estadounidense de Joe Biden mostró, una vez más, su hipocresía política al negar la membresía plena en las Naciones Unidas a Palestina, mientras continúa abogando al menos de palabra por la solución de los dos Estados para la crisis en Medio Oriente.
Pero queda una pregunta pendiente: ¿la solución de los dos Estados incluirá -o excluirá- a Palestina como Estado miembro de pleno derecho de la ONU?
Sarah Leah Whitson, directora ejecutiva de Democracia para el Mundo Árabe Ahora (DAWN, en inglés), con sede en Washington, dijo a IPS: «Que Estados Unidos haya recurrido una vez más a su trillado veto para bloquear el ingreso de Palestina en la ONU es todo lo que se necesita saber sobre por qué su pretendido compromiso con una ‘solución de dos Estados’ no es más que retórica vacía».
Estados Unidos ha sido el principal proveedor de armas de Israel para garantizar que nunca surja un Estado palestino, tanto bloqueando una acción significativa de la comunidad internacional como proporcionando a Israel un arsenal de armas sin fondo con el que aterrorizar a los palestinos, señaló.
Mientras tanto, la denegación del ingreso a Palestina como miembro pleno en la ONU también subraya el continuo abuso del poder de veto no solo por parte de Estados Unidos, sino también de China y Rusia, que lo utilizan como arma para proteger a sus aliados políticos y militares en todo el mundo.
Entre los más beneficiados se encuentran Israel, Corea del Norte, Siria y Myanmar.
Desde 1992, según datos de Wikipedia, Rusia ha sido el usuario más frecuente del veto, seguida de Estados Unidos, Reino Unido y China.
Hasta marzo de 2024, Rusia/antes Unión Soviética ha utilizado su veto 128 veces, Estados Unidos 85 veces, Reino Unido 29 veces, China 19 veces y Francia 16 veces. El 26 de abril de 2022, la Asamblea General adoptó una resolución que obliga a celebrar un debate cuando se emite un veto en el Consejo de Seguridad.
Stephen Zunes, profesor de Política y catedrático de Estudios sobre Medio Oriente en la Universidad de San Francisco y que ha escrito extensamente sobre la política del Consejo de Seguridad, dijo a IPS que Washington ha vetado no menos de 45 resoluciones críticas con Israel, «por lo que el Consejo de Seguridad es efectivamente impotente».
Norman Solomon, director ejecutivo del Institute for Public Accuracy y director nacional de RootsAction.org, dijo a IPS que el veto en solitario de Estados Unidos subraya una vez más su aislamiento ante la opinión mundial y por la línea gubernamental sobre Israel y los derechos humanos del pueblo palestino.
La posición de Washington es moralmente insostenible, basada directamente en la geopolítica del «poder hace el derecho», dijo.
Incluso dentro de Estados Unidos, la marea política se está alejando del apoyo reflexivo a Israel, pero -dejando a un lado la retórica- la Casa Blanca sigue bloqueada en su apoyo al sistema israelí de apartheid y ocupación, mientras que la mayoría del Congreso sigue dispuesta a financiar «la guerra genocida» de Israel contra la población de Gaza, señaló Solomon.
«El gobierno de Estados Unidos no quiere que Palestina tenga un asiento en la mesa de la ONU porque en realidad no reconoce que exista una entidad como Palestina. Los principales responsables políticos de los poderes Ejecutivo y Legislativo de Estados Unidos tampoco actúan realmente como si el pueblo palestino tuviera reivindicaciones legítimas sobre Palestina», argumentó.
El enfoque tácito de Estados Unidos, a juicio de Solomon, es que la historia en la región comienza cuando es conveniente para la alianza entre Estados Unidos e Israel, ya sea en 1948 o 1967 o el 7 de octubre de 2023, cuando la organización islamista Hamás atacó a Israel y provocó su aplastante ofensiva.
Hay muchos defectos en las posturas y pretensiones de los miembros del Consejo de Seguridad, ya sean permanentes o rotatorios. Los gobiernos que representan varían desde tener elementos significativos de democracia hasta funcionar como dictaduras de facto o no.
«Sin embargo, en un grado notable y en gran medida, en asuntos que implican a Israel y a los palestinos, los votos emitidos en la ONU, tanto en el Consejo de Seguridad como en la Asamblea General, reflejan lo más cercano a un consenso de gobiernos y pueblos que existe hoy en el mundo», adujo Solomon.
«Israel es un Estado de apartheid, su ocupación de territorios desde 1967 es absolutamente ilegítima y su guerra contra las personas que viven y mueren en Gaza es un asesinato en masa, afirmó Solomon, autor de «La guerra se hizo invisible: Cómo Estados Unidos oculta el coste humano de su maquinaria militar».
Según un reportaje publicado el 22 de abril en la red de noticias de televisión por cable CNN, el Ministerio de Asuntos Exteriores de Israel convocará a los embajadores de varios países en esta última semana de abril para expresarles su descontento por su apoyo a la adhesión de Palestina a la ONU, según declaraciones del Ministro de Asuntos Exteriores israelí, Israel Katz.
La presión diplomática afecta a países que han votado a favor del ingreso de Palestina en la ONU como miembro pleno y tienen embajadores en Israel, entre ellos Francia, Ecuador, Japón, Malta, Corea del Sur, Eslovenia, China y Rusia.
Otros que también apoyaron la propuesta, no tienen embajadas en Israel, según la CNN.
En un comunicado, el Consejo de Relaciones Americano-Islámicas (CAIR, en inglés), con sede en Washington, afirmó: «La administración Biden debería estar avergonzada y abochornada después de que 12 naciones rechazaran su petición de votar en contra de la adhesión del Estado de Palestina, obligando a Estados Unidos a quedarse solo con otro veto injusto».
«Durante décadas, el Consejo de Seguridad de la ONU ha fracasado a la hora de prevenir guerras injustas y genocidios en todo el mundo. El mundo no debe seguir aceptando un sistema viciado en el que cinco naciones pueden ejercer poder de veto sobre los asuntos de más de ocho mil millones de personas, incluidos casi dos mil millones de musulmanes que no están representados entre los cinco miembros permanentes», ha dicho el CAIR.
«Las naciones y los pueblos del mundo deben presionar para que el Consejo de Seguridad de la ONU sea reformado radicalmente o abolido por completo en los próximos años», adujo.
Según la ONU, los Estados son admitidos como miembros de la ONU por decisión de la Asamblea General de 193 miembros, previa recomendación del Consejo de Seguridad de 15 miembros.
La resolución necesita una mayoría de dos tercios (actualmente 128 votos) en la Asamblea General, y ningún veto en el Consejo de Seguridad. El Estado de Palestina fue aceptado como «Estado observador no miembro» de la Asamblea General de la ONU en noviembre de 2012.
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*Corresponsal-jefe de la Oficina de las Naciones Unidas y Director Regional de IPS Norte América. Ex editor adjunto del Sri Lanka Daily News, fue redactor editorial senior en The Standard de Hong Kong. Ex Director de Mercados Militares Extranjeros en Defense Marketing Services (DMS); Analista Senior de Defensa en Forecast International; y editor militar de Medio Oriente / África en Jane’s Information Group.