Siempre tuve gran simpatía por Argentina que es el único país Latinoamericano en haber sido alguna vez incluido entre los países desarrollados. Así que desde Maracaibo, con su clima templado parecía algo como Europa, pero más espaciosa , con una pampa llena de buenos caballos y chicas desenvueltas y cultas, mis dos mayores aficiones. Así que , me mudé a la Argentina en junio de 1976. En aquellos días el dólar se cotizaba a 250 pesos de acuerdo a la última valuación que había sido del 100 %. Entonces la economía argentina la conducía Jose Alfredo Martinez de Hoz, un economista de tendencia clásica liberal, que abrió la circulación de divisas y mercancías.Los precios subían de manera diaria, tanto que algunas veces veías cambiar los precios en las visitas a las tiendas Argentina es un país muy bello donde la vida es muy agradable, la gente tiene mucha cultura y sentido del humor. En Buenos Aires la Calle Corrientes tiene muchos teatros, y cerca de allí muchas librerías que permanecen con las puertas abiertas después de la salida de los teatros y se llenan de ávidos buscadores de libros. Un espectáculo único en el mundo. En 1979, el cambio del dólar llegó a 85 mil pesos y quebró una empresa con la que estaba asociado, comprendí que la situación económica de Argentina era insostenible y vendí todas mis propiedades para capitalizar las inversiones aprovechando la inflación. En Venezuela había hecho lo mismo en época del primer Carlos Adrés Perez.
Relato esta historia personal para señalar que Milei no es el primer liberal que conduce la economía argentina y desata la inflación obedeciendo recetas del FMI. Después de Martinez de Hoz vino Domingo Cavallo que intentó mantener un cambio fijo con el dólar y el resultado fue el mismo: inflación galopante. Ahora está Milei un loco que consulta con un espiritista a su perro Conan, un mastín inglés que murió en el 2017.
Milei es un tipo peculiar, y también, según algunos, peculiar en su economía. Su héroe intelectual es el economista libertario judío radical Murray Rothbard.
Leer un ensayo de Rothbard titulado "Monopolios y competencia" fue para Milei una experiencia similar a la conversión de Pablo en el camino de Damasco. "El artículo tenía 140 páginas", escribe Milei. "Me fui a casa a comer y comencé a leer y comer. No podía parar de leer, y después de leerlo durante tres horas, me dije a mí mismo que todo lo que había estado enseñando durante los últimos 24 años estaba mal". Además de Rothbard, en el panteón de héroes intelectuales de Milei se encuentran los parangones del pensamiento neoliberal, como Milton Friedman fundador de la escuela neoliberal de Chicago; quien dijo que la única obligación social de una empresa es producir dividendos para sus dueños. Los otros dioses del panteón doctrinario de Milei son los de la Escuela austríaca: Friedrich Hayek y Ludwig, Ludwig von Mises, junto con Robert Lucas, también de la Universidad de Chicago.
Milei ha honrado a Lucas, Rothbard y Friedman bautizando con sus nombres a sus otros mastines., que son clones derivados de células del difunto Conan,
No sorprende que Milei condene a socialistas, comunistas, keynesianos y "neokeynesianos" como Paul Krugman. Tampoco sorprende que, como Friedrich Hayek, considere la búsqueda de la justicia social como un gran error que es injusto y perturba el funcionamiento eficiente del mercado y que conduce al "camino de servidumbre" por parte del ciudadano hacia un estado regulador todopoderoso. El porcentaje de población que las políticas de Milei ha sumido en la miseria ha subido al 55 %
No llores por mi Argentina,Dice la letra de la Comedia musical Evita . Perón desarrolló la única doctrina político social autónoma de Latinoamérica. Cuyo éxito, basado en la colaboración de clases en lugar de la confrontación destructiva, ha sido perdurable y resistente al tiempo. Cómo viví en Argentina creo que su problema es que tanto el estado como los ciudadanos suelen vivir por encima de los medios.
