Petro ha andado dando tumbos, haciéndole morisquetas a los de izquierda (para que crean que de veras se atreve a ser verraco), y al mismo tiempo, a los gringos les guiña el ojo para que sepan que en definitiva jamás lo vayan a tomar en serio. En ocasiones, para que lo vean como a un rebelde o come candela, se contorsiona como un Savonarola, y embiste a los corruptos de su país, salta como un cabrito y ataca a Israel, da tres alaridos defendiendo el medio ambiente, aunque la droga siga cogiendo cancha y la cosecha de este año superará a la del pasado, pero… luego lueguito recula y se da de besitos con el Comando Sur, y se entrega en cuerpo y alma a las decisiones de los gringos, sus verdaderos jefes. Pertenece a la internacional de los patarucos de izquierda de América del Sur, junto con Lula y el Boric. Ellos, estos tres mosqueteros, quisieron meter en su jolgorio de trapacerías a AMLO, pero éste les sacó el cuerpo. Conocía en profundidad sus perversas y arteras intenciones.

Estas son noticias que corren por el mundo, pero Petro jamás las menciona en sus alocuciones: "La explotación sexual de menores de edad volvió a ser un titular nacional tras conocerse el caso del estadounidense Timothy Alan Livingston, hallado con dos niñas de 12 y 13 años en un hotel en Medellín. Semanas más tarde, Stefan Andrés Correa, otro estadounidense, fue capturado en Miami por haber entrado más de 40 veces a Colombia con el único objetivo de traficar y explotar sexualmente a menores de edad. La persistencia de estos casos y las reacciones de las autoridades y la opinión pública vuelven a poner sobre la mesa un fenómeno que en Colombia no se reduce solo al denominado turismo sexual en las grandes ciudades". Recalca la nota: "La explotación sexual representa un problema público transnacional que tiene conexiones con las dinámicas criminales en las ciudades, las regiones fronterizas y los territorios afectados por la violencia organizada. En muchos casos, no es un delito aislado de otros como el narcotráfico y la trata de personas; además, su ocurrencia está relacionada con vulnerabilidades estructurales de la población LGBTQ+, mujeres, niños, niñas y adolescentes, quienes son las principales víctimas".

No nos llamemos a engaños, el presidente Gustavo Petro tiene los mismos genes de Santander, ladino, artero, cobarde, siempre quemándose por dos cabos. Nosotros los venezolanos, somos la genitora de la independencia de Colombia, señor Petro. Deje la envidia, y vea el estercolero de su país controlado por el narcotráfico y paramilitares. Ustedes, los colombianos, son hoy una colonia de los gringos, tienen convertida a su república en un burdel, al que llegan los gringos a solazarse con niñas de doce y catorce años, y esto lo difunden por el mundo los poderosos medios de comunicación, y usted señor Petro se hace el loco, y se pone a hablar pendejadas contra Venezuela. Eso a usted señor Petro no le importa, que su país sea un burdel para los gringos sino las fulanas actas de las elecciones del 28-J, tal cual como las está exigiendo también su amo Blinken. ¿Por qué usted no le pide las actas al señor Edmundo y a doña María Corina Machado? ¿O es que le creen a las que publicaron en ese portal de la PUPU? Tienen ustedes nueve bases militares gringas y usted señor Petro, que se dice de izquierda, calla como un eunuco lo que hacen los gringos en su país los cuales pueden asesinar y no pueden ser juzgados por las leyes de Colombia…, ah, pero en cambio, usted sí es "valiente" para meterse abusiva y agresivamente con nuestros asuntos internos.

La espada de Bolívar debe estar estremeciéndose en su vaina, ahí, en la Casa de Nariño. Y señor Petro, ¿por qué usted no dice ni pío de ese señor canciller Luis Gilberto Murillo (gringo también, quien tuvo que renunciar a su nacionalidad para encargarse como ministro neogranadino de Relaciones Exteriores) que le impuso a machaca martillo el Departamento de Estado? Un vulgar tipejo inhabilitado para todo cargo público por las leyes colombianas, y que había sido condenado en primera y segunda instancia por el delito de peculado.

¿Será que los colombianos están todos a ser como el canalla Francisco de Paula Santander, el supuesto mayor militar de la Nueva Granada (muy por debajo de sus paisanos José María Córdova y Antonio Nariño) es lo más representativo que hoy tiene Colombia en su historia? Viene siendo Santander, un soldado bisoño, de quinta categoría, un soldado raso, si lo comparamos con los patriotas venezolanos como: Antonio José de Sucre, Rafael Urdaneta, Mariano Montilla, José Félix Rivas, los hermanos José Tadeo y José Gregorio Monagas, Páez, Mariño, Arismendi, Piar, Zaraza, Cedeño, Bermúdez, Anzoátegui, Florencio Jiménez, Pedro Briceño Méndez, Lara, Bartolomé Salom, Soublette, Domingo López Matute, Leonardo Infante, Juan José Flores, Pedro León Torres, y como estadista Santander es totalmente nulo…