Unos días atrás, ante la no renovación de la licencia del canal golpista RCTV en Venezuela, la corporación mediática global -obviamente conservadora- alzó su voz alarmada por la supuesta “medida dictatorial”, por el “alevoso cierre de un medio de comunicación”, por la “falta de libertad de expresión del régimen castro-comunista de Hugo Chávez”. ¡Puro montaje mediático! Lo que estaba realmente en juego era una medida correcta que marca el rumbo de la Revolución Bolivariana: la profundización del socialismo del siglo XXI. Si hubo reacción, fue porque la decisión del gobierno revolucionario molestó a los grandes poderes. La libertad de expresión (que no es sino “libertad de empresa”) fue sólo la excusa.
Un corto tiempo después, el 20 de julio, según informan diversos medios (El Mundo, El País), por orden de un juez en España fue secuestrado el número de una revista picaresca -“El Jueves”- que satirizaba a miembros de la familia real, pues contenía una viñeta “claramente denigrante y objetivamente infamante” según constaba en el auto de procesamiento.
¿Será que ahora también la prensa internacional levantará su voz indignada ante la medida? ¿Será que la gran maquinaria mediática reaccionará para el caso con la misma vehemencia que lo hizo cuando se procedió constitucionalmente contra un medio que fomentó un golpe de Estado violando la institucionalidad en Venezuela?
Estoy seguro que no. ¿Ustedes qué piensan?
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