En recientes publicaciones de los medios internacionales –valga decir lo que a conveniencia se filtra desde las usinas mediáticas norteamericanas— observamos con laxa cautela el control férreo y opresivo que ejerce el gobierno federal sobre su pueblo y sobre todo lo que tenga que ver con el establishment estadounidense. Y visto desde lo que significa vivir en una cultura del miedo, es dable destacar lo que ocurrió el 2001 con las Torres Gemelas, o lo que ocurre desde hoy lunes con el azote del Huracán Dean a su paso por territorio norteamericano, o mas reciente, el incendio que se desato el sábado 18 en el edificio deshabitado del Deutsche Bank ubicado en el Ground Zero, la zona donde el 11 de septiembre de 2001, dos aviones de línea se estrellaron contra las torres Gemelas, en Manhattan (…)
El pueblo norteamericano vive, tanto desde el control que ejerce el gobierno como desde las amenazas de terrorismo que a diario se ejerce a través de los medios, bajo una atmósfera de terror, una constante intimidación mediática cuyo plan del gobernante de turno se centra en usar el miedo, el temor, la amenaza y la incertidumbre como armas sublimes de descarada autocracia. Es bien triste observar que en esa nación haya una sociedad de gaznápiros gobernantes, que utilizan la subyugación, el miedo, el pánico, la inquietud, que no es otro que el ejercicio del poder o el pan nuestro de cada día, para someter y controlar a su pueblo..
Qué esta pasando en esta nación donde el sobresalto, la amenaza de bombas, el terrorismo, el miedo o el pánico, son el abc de un pueblo que vive de incertidumbres terroristas y sobresaltos de media noche. Las terribles experiencias vividas por el derrumbamiento del edificio federal Alfred P. Murrah en Oklahoma City, fue declarado por Clinton de “cobardes diabólicos”. Pero cual sería la sorpresa de este gobernante, cuando se demostró que esos “cobardes diabólicos” que asesinaron a 169 personas –entre ellas 19 niños de corta edad— y dejando heridas a más de 500 no eran, como sospechaba en un primer momento el FB integristas musulmanes, sino estadounidenses, cristianos, blancos y anglosajones, como los miles de miembros de las milicias de la extrema derecha que operan en todo Estados Unidos, y que al día de hoy representan la mayor amenaza terrorista que acecha al pueblo norteamericano. Es lastimoso decirlo, pero he allí el xenófobo fruto de lo que se ha sembrado desde el egoísmo, la ambición y el poder, que se traduce –no obstante— en aquella inobjetable sentencia que dice. “cría cuervo y te sacarán los ojos”
Dentro de algunos círculos de la clase gobernante han surgido inquietudes sobre la grave amenaza que “la ambición imperial estadounidense” representa, incluso contra sus propios nacionales. Es tal esta preocupación, que la alarma se agudizó aún más cuando la administración Bush se declaro ‘Estado revisionista’, con la intención de gobernar el mundo en forma permanente, convirtiéndose (en el sentir de algunos) en una “amenaza contra sí mismo y contra la humanidad”, bajo la dirección de nacionalistas radicales que buscan el dominio unilateral del mundo mediante la superioridad militar absoluta. En tal sentido, son esta clase de gobernantes, los que encajan perfectamente dentro del estereotipo de desquiciados megalómanos, que más que guiar a un pueblo hacia destinos mejores, lo enrumban indefectiblemente hacia los derroteros de la violencia y hacia la destrucción moral y espiritual.
El papel que desempeña actualmente el gobierno de los EU, dizque en aras de su seguridad nacional, es aquel poder (auto investido) que se abroga para sí el rol de supraestado con el fin de introducirse en la intimidad de los ciudadanos en busca de cualquier vinculación terrorista. Las agencias federales ahora pueden intervenir líneas telefónicas, acceder al correo electrónico personal y obtener todo tipo de datos de un ciudadano, sin necesidad de orden judicial; algo que viola todo lo que hasta el 11 de septiembre habían sido los derechos más elementales de los ciudadanos.
Se dice que cuando el pueblo responsablemente no elige a líderes apropiados que crean en la justicia, en los derechos humanos, en la honestidad y el amor, esos líderes elegidos (caso Hoover y más recientemente George Bush en los EU) obtuvieron un efecto kármico desastroso como la ‘Gran Depresión’ de los años 30, o por similitud, lo que actualmente se vivencia bajo la dirección gobernante de George Bush, quien a decir de Cayce –otrora famoso vidente norteamericano— esas causas obedecen o son una combinación de ira, opresión y pecado. De modo, que cuando el pueblo elige a líderes humanos y más benévolos, caso de Clinton, el país salió del marasmo económico y avanzó hacia la prosperidad.
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