¿Qué son las FARC-EP? ¿Beligerantes o terroristas? Este tema el presidente Uribe no quiere abordarlo y pretende que la opinión internacional acepte el mote o apodo injurioso de “terroristas” que Bush y él, a partir del 11 de septiembre del 2003 les han adjudicado. Si durante 40 años las FARC han sido fuerza beligerante ¿Por qué ahora se les endilga el calificativo de “terroristas”?
Los iraquíes y los afganos que luchan por la liberación de su patria invadida ¿son terroristas? Los saharianos que luchan por la independencia del Sahara Occidental ¿son terroristas? Los filipinos que luchan por la liberación de su patria ¿son terroristas? La lista es larga. En idéntica situación, ¿son “terroristas” los guerrilleros que en Colombia desde hace 50 años libran la guerra contra la opresión de la oligarquía liberal y conservadora, en defensa de los campesinos sin tierra y en defensa de las mayorías nacionales cuyos derechos humanos son conculcados por el estado de sitio de la seguridad democrática del “plan Colombia”?
Todo comenzó como el conflicto interno, entre la oligarquía liberal / conservadora y las mayorías nacionales. Conflicto que se ha transformado en guerra de liberación contra el invasor yanqui que financia, construye bases militares, participa con tropas, asesores, mercenarios y equipos de alta tecnología militar.
En idéntica situación está el ELN, que desde hace más de treinta años participa en esta guerra de liberación nacional. Uno de sus combatientes, el sacerdote Camilo Torres ¿Era terrorista o beligerante?¿Por qué Camilo Torres, dada su formación intelectual, no escogió otra forma de lucha? ¿Existen en Colombia formas diferentes de hacer política que no sea la lucha armada? ¿Cuál fue el destino de la Unión Patriótica al adoptar la vía de la lucha cívica? ¿En qué terminó? Sus candidatos presidenciales junto a 4.000 activistas fueron asesinados.
Los presidentes anteriores a Uribe vieron en las FARC, el ELN, el M19 y otros movimientos guerrilleros, fuerzas beligerantes. Esa condición les era reconocida y hubo el acuerdo de paz con las guerrillas liberales de Guadalupe Salcedo en el gobierno de Rojas Pinilla (1953). Y en época más reciente hubo los intentos de Belisario Betancourt y de Andrés Pastrana. Intentos fallidos, por causa de las presiones de la embajada yanqui y la oligarquía, que encuentran en el narcotráfico, el paramilitarismo y la continuidad de la guerra, el pretexto para el latifundio y la expropiación de las tierras a los campesinos pobres (desplazados). Pretexto para oprimir, reprimir, asesinar a dirigentes obreros y negarle los derechos elementales a las mayorías nacionales. Ahí está la raíz del conflicto colombiano, que Uribe pretende desconocer. Conflicto que no tiene solución mientras estos temas no constituyan el centro de las conversaciones de paz.
Lo primero para sentarse a conversar es reconocer la condición de fuerza beligerante que según el derecho internacional tienen las FARC y el ELN. Condición que debe quedar establecida en las gestiones que adelanta el presidente Chávez, como facilitador para el intercambio humanitario. Pero, el escollo insalvable para cualquier acuerdo, se llama Uribe/Bush.
leonmoraria@cantv.net
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