El vocero o diablo mayor del imperio estadounidense, señor George Bush, le endilga y endosa o le siembra a los países que se no alinean con sus diabólicas y connaturales forma de ser y comportarse, toda esa serie de pueriles y demoníacas cualidades que a lo largo del tiempo –cual genoma humano mal imbricados— se fueron hincando en la mal estructurada red neurocerebral de su corpórea humanidad.
Hoy vemos una vez más con dolor ajeno, cómo se ataca y se sataniza desde las “omnipotentes usinas mediáticas” del mesiánico imperio norteamericano, al presidente iraní Mahmoud Ahmadinejad. Y vemos también cómo se ataca, denigra y diaboliza desde esas mismas usinas, a los Ayatolas y dirigentes del islamismo persa. Todo por el hecho, de no comulgar y no alinearse con el capitalismo salvaje que preconiza y siembra con velada intención el egregio Príncipe de las Tinieblas y genuflexos cipayos, desde los centros de poder del Pentágo-CIA-Casa Blanca.
¿Qué dijo el valiente y honorable presidente irani Mahmoud Ahmadinejad hoy (2007) y ayer (2005), desde el púlpito de la macilenta y postrada Asamblea de la Naciones Unidas (ONU)?
El presidente Mahmud Ahmadinejad en su discurso del 25 de este mes en la Asamblea de la ONU, remarcó que “siempre siguió las reglas” del ente atómico de la ONU. Y denunció la injusticia del orden mundial basado en la supremacía de los “vencedores de la Segunda Guerra”, porque recuerda a la relación "amos y sirvientes de la época medieval". "No hay solución justa para el mundo desde hace 60 años. En su mensaje se refirió varias veces al "régimen ilegal sionista", en referencia a Israel y criticó al Consejo de Seguridad de la ONU como su órgano "más ineficiente".
Además, aseguró que el único camino hacia la "mejora de la humanidad" es el retorno a las enseñanzas de los divinos profetas, monoteísmo, respeto por la dignidad de los humanos y el flujo del amor y el afecto en todas las relaciones, lazos y regulaciones, y reformar las presentes estructuras sobre esta base". "Para lograr este objetivo, invito a todos a formar un frente de fraternidad, amistad y paz sostenible basada en el monoteísmo y la justicia bajo el nombre de ’Coalición por la paz’".
Ahora veamos un extracto de lo que Mahmoud Ahmadinejad pronuncio en septiembre del año 2005 en la Asamblea General Extraordinaria de las Naciones Unidas…
El predominio de la dominación militar, el aumento de la pobreza, la creciente brecha entre los países ricos y pobres, la violencia como medio para resolver las crisis, extender el terrorismo, especialmente el terrorismo de estado, la existencia y proliferación de armas de destrucción masiva, la generalizada falta de honestidad en las relaciones internacionales, y la indiferencia por la igualdad de derechos de pueblos y naciones en las relaciones internacionales, constituyen algunos de los desafíos y amenazas.
La revelación divina nos enseña que “El Todopoderoso no cambia el destino de las personas a menos que ellas muestren su voluntad para cambiar” (El Corán, 13:11).
¿Cómo podemos nosotros influir en el futuro del mundo? ¿Cuándo y cómo la paz, la tranquilidad y el bienestar para todos se manifestarán?
Éstas son las preguntas fundamentales ante nosotros. Nosotros creemos que un orden sostenible – en donde se sustente y florezca la paz y la tranquilidad - sólo puede realizarse sobre los dos pilares de justicia y espiritualidad. Cuando más se aparta la sociedad humana de la justicia y la espiritualidad, mayor inseguridad enfrentará, tanto que incluso una crisis relativamente pequeña - como un desastre natural - conduce a varias anormalidades y comportamientos inhumanos. Desgraciadamente, en el mundo abunda la discriminación y la pobreza. La discriminación produce odio, guerra y terrorismo. Todos ellos comparten la raíz común de la falta de espiritualidad unido a la injusticia.
Para terminar, dijo en aquel memorable día de septiembre del 2005Hoy: “Oh Dios poderoso, te ruego que aceleres el emerger de tu último custodio, el prometido, ese ser humano perfecto y puro, aquel que llenará el mundo con justicia y paz. Oh Señor, inclúyenos entre sus compañeros, seguidores y los que sirven a su causa.