"El racismo atentó contra el concepto mismo de universalidad de los derechos humanos. Niega sistemáticamente a ciertas personas el disfrute pleno de los derechos humanos debido a su color, raza, etnia, ascendencia u origen nacional. De acuerdo con el derecho internacional de los derechos humanos, Rusia debe combatir la discriminación en todas sus formas"
Irene Khan

Durante el Segundo Foro Mundial de egresados de la URSS y Rusia celebrado en Moscú del 1 al 4 de Octubre con el concurso de delegaciones de 110 países y la participación de más de 700 delegados, el primer Vicepresidente del Gobierno ruso, Dimitri Medvediev, durante su alocución en la apertura del evento, destacó la imperiosa necesidad del Gobierno de erradicar del vocablo ruso y de sus diccionarios la palabra Xenofobia, hecho curioso después de ser la URSS propulsor del internacionalismo proletario.

Algunos politólogos refieren como causa de la xenofobia que hoy se extiende a pasos acelerados, tres factores fundamentales:
1. El fracaso de la economía de mercado
2. La bancarrota en la política de nacionalidades
3. La migración (interna) indiscriminada después de la caída de la URSS

El capitalismo salvaje, acelerado, sin control y despiadado que hoy vive Rusia es una de las causas más relevantes del deterioro en la calidad de vida de sus habitantes, la distribución y robo de las grandes riquezas y la acumulación de las mismas en pocas manos, es la variante que acelera la xenofobia y racismo.

Nacientes organizaciones de jóvenes neonazi (cabezas rapadas), deambulan por las calles Moscovitas perpetrando toda clase de crímenes, e incluso, asesinatos en contra de las minorías étnicas y extranjeros residentes en esa ciudad, se estima en más de 50.000 (cifra conservadora) jóvenes pertenecientes a estas organizaciones fascistas. La impunidad de que gozan estos jóvenes es total, de hecho algunas autoridades niegan la existencia de las mismas. La discriminación se extiende incluso a rusos de piel oscura, productos de las mezclas étnicas, los cuales despectivamente llaman “CHORNI YOPA” (los culos negros).

Las cifras por agresiones son aterradoras, de acuerdo a las estadísticas, durante los primeros cuatro meses del año 2007 se habían producido 172 ataques de corte racial, un 30% mayor que en el 2006. La ley del silencio y complicidad toman relevancia, la xenofobia y el racismo no están contemplados en las leyes rusas. El sistema judicial condena el robo, el intento de asesinato y el racismo, no. Los procesos judiciales contra asesinos de extranjeros acaban con sentencias mínimas de prisión. Tanto los fiscales como jueces y jurados populares, se resisten a reconocer la componente xenófoba en la mayoría de estos crímenes.

Los estudiantes universitarios de la Universidad Amistad de los Pueblos de acuerdo a su testimonio, están confinados al campus universitario, temen por su seguridad. Las autoridades universitarias ante el flagelo del racismo, lo han desestimado, pero han creado tácitamente condiciones (bares, restaurantes, sitios de baile) dentro del campus universitario como medida de proveer condiciones para que el estudiante extranjero no abandone el campus en procura de diversión. Mientras que en muchos países del mundo atacan el consumo de licor y el cigarro, en la Universidad Amistad de los Pueblos lo estimulan como paliativo para contrarrestar ataques xenófobos y con ello garantizar la seguridad de los estudiantes extranjeros. Hecho sin precedente (fui testigo) el uso de armas de fuego por alguno de estos jóvenes, y la utilización de detectores de metales en todas las instalaciones de la Universidad. Durante mi estadía en la capital rusa fui testigo, e incluso víctima, de agresiones de corte racial.

La disminución de jóvenes estudiantes en las universidades de Rusia se evidencia en las aulas de clases, la inseguridad e impunidad son las razones de peso para persuadirse de estudiar en las instalaciones educativas de la patria de Lenin.

Si tomamos como ciertas y sinceras las declaraciones de Dimitri Medvediev, de abolir y castigar la xenofobia, deberán tomarse las medidas correctivas, así como la promulgación de leyes que permitan acabar con la impunidad en Rusia, de lo contrario, es muy probable que se desaten guerras internas (de 12 a 15 millones de ciudadanos de otras nacionalidades pertenecientes a la URSS viven en Rusia) que contribuyan a generar más el caos del ya provisto hoy por el capitalismo en Rusia, como la miseria, privatización de los servicios básicos, indigencia, prostitución infantil, drogas, entre otros. Queda pués en manos de las autoridades del Kremlin dar respuestas claras, y coadyuvar a garantizar los derechos más elementales de los extranjeros en Rusia. Los derechos humanos.

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