Desde niño hoy decir que la diplomacia colombiana históricamente ha sido muy efectiva para sus intereses. Hoy, no dudo de esa tesis pero se me abre la gran interrogante sobre la evolución de la diplomacia en el resto de nuestros países hemisféricos. Luego de una semana de intensísima tensión básicamente entre Ecuador, Colombia, Venezuela y Nicaragua, este viernes en Santo Domingo en el marco del encuentro entre los miembros de la OEA personalmente siento que lo único que quedó muy claro fue que Raúl Reyes bien muerto está. Más nada.
Álvaro Uribe Vélez se salió con la suya. Como dicen nuestros respetables malandros, no pagará cana ética ni política por el asesinato del comandante Reyes y sus acompañantes; tampoco por la violación al territorio ecuatoriano ni por haber mentido descarada y cochinamente durante 6 días seguidos. Sus acusaciones contra Rafael Correa y Hugo Chávez que es decir contra Ecuador y Venezuela respectivamente, quedaron sujetas al ventilador de la historia. Qué fácil le fue convencer a los presentes, de que más nunca erosionará territorio vecino alguno. Impresionantemente, su palabra mil veces descreída a lo largo de una semana, cobró altísima aceptación en República Dominicana en cuestión de minutos. Los batallones seguramente regresarán a los cuarteles, los barcos de guerra colombianos seguirán amenazando a Nicaragua e incólume quedará la “raya” impregnada sobre el prestigio de nuestros Presidentes, que es decir sobre nuestros pueblos. A la nada fueron a dar las bravuconadas que lo señalaron de ser el Rey del narcotráfico oficial dentro del gobierno neogranadino, el Israel de América y el cachorro del imperio. Hasta el tupé se dio de insultar a Correa calificándolo de cínico nostálgico comunista.
¿USA fue el mayor derrotado?, la verdad es que no se. De lo que estoy plenamente seguro, como hombre de pueblo que soy, es de que el gran ganador fue él: Álvaro Uribe Vélez
ildegargil@yahoo.es