El referéndum boliviano y la elección en Chuquisaca

A pesar de la diversidad de medios de los cuales disponemos ahora para entender las políticas de nuestros hermanos de clase en nuestra América, tenemos un cerco por parte del reformismo que se manifiesta en las posiciones políticas en materia internacional, por ejemplo nuestro partido el PSUV maneja una posición política atornillada a la política internacional del Presidente Chávez, sin entender que la gestión ejecutiva tiene ciertas limitaciones por su mismo carácter que no las debe tener el partido, el partido debe ser mas amplio y mas radical, por ejemplo cuantas veces no escuchamos al Presidente Chávez decir que Nicolás Duarte era un revolucionario, eso lo entendemos por razones de protocolo, sin embargo el mismo Nicolás Duarte mintió al acusar al Presidente Chávez de intervenir en las elecciones del Paraguay, lo mismo sucede con la posición de apoyo 100% al gobierno de los Kirchner, gobierno de corte centro izquierda, y el mismo Lula cuyo gobierno no pasa de ser un gobierno neo adeco en Brasil con contradicciones con el imperialismo, contradicciones que nacen de las apetencias de mayor expansión y control por parte de la burguesía y la oligarquía brasileña, esas posiciones de los Kirchner y Lula están muy alejadas de los sueños que tenemos como modelo las base del chavismo.. A objeto de conocer otras versiones de lo que acontece en nuestra América acá la posición del Partido Comunista Marxista leninista de Bolivia en cuanto al referéndum, partido que muy pocos venezolanos deben saber de su existencia, pero existe y activa, la actual posición fue desarrollada por Jorge Echazu Alvarado. Militante de dicho partido. La convocatoria al referéndum revocatorio para el presidente, el vicepresidente y los prefectos de ocho departamentos, ha provocado un verdadero terremoto en la oposición política derechista al gobierno y al proceso de cambio. Tuto Quiroga, desesperado ante la virtual pérdida de la jefatura de la oposición a manos del famoso CONALDE, dispuso apresuradamente que su bancada senatorial aprobara sin discusión alguna la Ley de convocatoria al Referéndum revocatorio, con la vana esperanza de reasumir el liderazgo opositor perdido.

La medida inconsulta con sus propias “bases” políticas regionales, determinó una verdadera rebelión en el seno de su organización que, a estas alturas, parece irreversible.

Por su parte los prefectos “lunáticos”, así como los comités “cínicos”, se reunieron de urgencia en Tarija y determinaron “rechazar” el revocatorio cuando un tiempo atrás lo habían solicitado arrogantemente, y suplicar por otro lado al Presidente la convocatoria al “diálogo” que tan agresivamente habían rechazado sistemáticamente en el próximo pasado. Los aires de triunfo que emergieron después de las consultas fraudulentas de Santa Cruz, Beni, Pando y Tarija, se disiparon rápidamente convirtiéndose en una súplica para “dialogar”, otra vez, pretendiendo imponer condiciones insolentes o exigiendo nuevas elecciones.

En realidad, el golpe revocatorio que surgió no de una “maniobra” del MAS sino de un resentimiento tutista, significó un rudo revés a los planes subversivos de la reacción que ya implementaba, como dijimos en otro pronunciamiento, su complot secesionista o, alternativamente, desestabilizador de la derecha fascista.

El carácter fascista del complot en marcha está fuera de duda y los fenómenos de racismo atrabiliario, regionalismo provinciano, demagogia desbocada, belicismo y violencia desenfrenada contra los indígenas, características esenciales del fascismo, se pueden palpar todos los días en la acción criminal de una verdadera fuerza militar organizada como es la tristemente célebre Unión Juvenil Cruceñista que ya está sembrando el terror no solamente en el oriente y el sur de la república, sino que tiende a extenderse al occidente.

Las elecciones prefecturales de Chuquisaca donde obtuvo una victoria clara la candidata títere de la reacción, la ex-constituyente masista Sabina Cuellar (una candidata indígena de los racistas anti-indígenas, ¡qué paradoja!), producto de una mala apreciación política del MAS que derivó en la pérdida de iniciativa en un departamento importante, incentiva efectivamente la arrogancia reaccionaria y confirma que la política conciliadora de una fracción del ejecutivo está llevando a la derrota del proceso de cambios, una eventualidad que no puede ser permitida por las fuerzas verazmente revolucionarias. Sin embargo, la magnitud de la votación del MAS en las zonas rurales y provinciales convierte el “triunfo” reaccionario en una “victoria pírrica” pues la Prefecta tendrá que lidiar con una población adversa en su jurisdicción rural que es el ámbito fundamental de toda prefectura, pues el área urbana se encuentra a cargo del municipio respectivo y que, demás la considera una tránsfuga.

En estos marcos, el referéndum revocatorio resulta ser un instrumento fundamental para determinarse si el proceso de cambio puede seguir el camino legalista que hasta ahora ha tenido lugar o será necesario cambiar las tácticas hacia movilizaciones revolucionarias de las masas para profundizar esos cambios.

Es completamente falso que existan dos modelos de Estado, como rezan los famosos “analistas” reaccionarios y burgueses que pretenden prestigiar la política de oposición de las oligarquías nacionales. Existe solamente un nuevo modelo de Estado que consiste en echar abajo todas las instituciones del pasado y construir un nuevo Estado de carácter multinacional y una nueva y auténtica democracia popular. No se puede, pues, por un lado descalificar los estatutos autonómicos y por el otro pretender “conciliarlos” con el proyecto de nueva Constitución Política que se aprobó en grande y en detalle en la Asamblea Nacional Constituyente.

El presunto modelo “autonomista” que pretende dividir a las fuerzas sociales en “centralistas” por un lado y “autonomistas” por otro, es una gran falacia. El pretendido modelo autonomista es simplemente una pantalla cosmética que oculta el propósito de restauración del viejo modelo oligárquico que transfiere competencias del centro a los departamentos oligárquicos, manteniendo todas las estructuras sociales, económicas, políticas y jurídicas, lo cual significa en último término mantener la condición atrasada, dependiente y pre-capitalista que hemos tenido desde la creación de la República.

El referéndum revocatorio, por lo tanto, viene a ser una definición en cuanto al poder político del Gobierno, es decir si sigue gozando de una amplia mayoría poblacional y en el caso positivo, una confirmación de la necesidad de profundizar los cambios, en caso contrario, una respuesta negativa significará que el camino elegido por el MAS no es viable y precisa urgentemente un cambio completo en la estrategia y táctica de los movimientos sociales revolucionarios.

Los contenidos anti-imperialistas e incluso anti-capitalistas que plantea claramente el c. Morales, no concuerdan con las opiniones conciliadoras que emergen de algunos dirigentes del MAS y del ejecutivo. Esta contradicción interna del proceso de cambios, debe ser también encarada y resuelta una vez realizado el referéndum revocatorio sea cual sea su resultado.

borges48@hotmail.com


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Jesús Borges


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