Las poses desesperadas de la “Cosa Nostra” que mantiene a Honduras como rehén, dan visos de desgaste, de miedo al pueblo en la calle y a la presión internacional. Nos hace recordar los últimos días como sátrapa de Tachito Somoza en Nicaragua, cuando en aquella cruenta represión aplicó el principio de: “Si la noticia es mala,maten al mensajero”. Fue cuando “Los cachorros del Pentágono”,que comandaba este tristemente célebre esbirro egresado de la Escuela de las américas, arremetieron contra la prensa y dieron muerte a un periodista norteamericano, en una escena difícil de olvidar, cuando ese colega filmó su propia muerte, lo cual conmovió a la comunidad internacional. Tachito al igual que Roberto Micheletti, persiguió y expulsó a los representantes de la prensa extranjera que no se atenían a sus demandas para silenciar las atrocidades que allí se cometían.
Fue el último recurso que utilizó, cuando se agotaron los métodos de la CIA para silenciar los gritos del pueblo en contra de la guerra sucia que el imperio desarrollaba en territorio de la patria de Augusto César Sandino,el General de los Hombres libres.
La CIA tenía métodos muy convincentes, como era investigar a fondo la vida de cada periodista que ingresaba a Nicaragua, desde su posición económica, pasando por sus gustos gastronómicos, hasta sus preferencias sexuales, de esta manera a quienes gustaban de la comodidad les proporcionaban muelles y confortables espacios donde trabajar, a las damas amantes del amor libre les proporcionaban atléticos y atractivos galanes,con una cartera ful de dólares para que les dieran gustos, a los machos, les dotaban de bellas sirenas y a los homosexuales también les obsequiaban sus parejas y del escocés y otras sustancias alucinógenas ni hablar; de esta manera crearon mafias de profesionales de la comunicación que respondían a sus intereses y les permitían manipular a su antojo la información que sobre la guerra salía allende las fronteras.
Pero frente a estas enfermas y enfermos con sus debilidades surgieron los verdaderos periodistas que prefirieron arriesgar la vida, pero mantener limpia su conciencia, sus principios éticos y morales y la credibilidad ante el mundo. Fue a este bastión por la verdad y en consecuencia por la libertad, contra quienes Tachito Somoza, azuzó sus cachorros, su jauría, en lo que sería los últimos pataleos del régimen, porque ya los sandinistas tenían el dominio de más del 80 por ciento del territorio nica y con las imágenes de horror que dieron la vuelta al mundo, a los campeones de la libertad y de los derechos humanos, léase ( Estados Unidos de Norteamérica), no les quedó de otra que sacarle la silla al gordito,su protegido desde la adolescencia, para que se estrellara contra el piso,porque ya vendrían otras oportunidades para el criminal intervencionismo,que desde hace siglo y medio practican en nuestros pueblos de la américa aborigen.
Esa reacción la estamos viendo en el sindicato del crimen que mantiene como rehén al pueblo de honduras. A las radioemisoras comerciales y comunitarias que no se entregaron en brazos de la mafia, las mantienen cerradas y militarizadas, al único canal de TV, que se mantuvo independiente, también lo clausuraron y sus instalaciones están bajo la custodia de los “Cachorros” que cual sombies obedecen ciegamente a los “Padrinos” que comandan esta ignominia contra el digno y rebelde pueblo heredero de Francisco Morazan.
Una vez puestos bajo la bota militar los medios locales, cuyos propietarios y periodistas no se entregaron, procedieron a expulsar a los valientes equipos periodísticos de Telesur y Venezolana de Televisión, a quienes secuestraron en dos oportunidades y como en el juego de fútbol,mantuvieron marcados durante toda su estada en ese país centroamericano, hasta que finalmente los confinaron al hotel donde se alojaban, hasta expulsarlos arbitrariamente sin ningún trámite en extranjería y sin más alegatos, que son venezolanos y agentes del chavismo. Esa es la democracia que añoran las cúpulas podridas de AD, COPEI, Primero Justicia y el resto de la jauría que el pentágono mantiene aquí al acecho contra la Revolución Bolivariana, pero para desgracia de ellos se les acabó el tiempo. Ahora les queda Miami. Váyanse a su paraíso democrático y déjennos a nosotros construyendo patria.
Por otra parte de acuerdo a informaciones no confirmadas oficiales de los mandos medios estarían enviando mensajes por la red donde muestran su descontento con las arbitrariedades ordenadas por los “Padrinos” contra el pueblo y están dispuestos a desertar y volverse contra las cúpulas golpistas, porque ya no resisten la presión del pueblo en las calles y de la opinión internacional. Por otra parte la oferta internacional del gobierno defacto de amnistiar a Manuel Zelaya, si se presenta ante los tribunales de la república y se aleja de Venezuela, Nicaragua, Bolivia y Ecuador, es otro signo de ablandamiento. Ya no es la condena y punto sin derecho a pataleo, como lo coreaban el tercer día de la asonada. Ahora tiene alternativa, porque fue inducido a portarse mal por el maluco de Chávez.
Pero esta sintomatología necesita un tratamiento urgente para acelerar el desenlace. Presidente Zelaya a usted corresponde seguir el ejemplo de su señora esposa y en vez de estar cayendo en las trampas de Hilary Clintón y Oscar Arias,colóquese al frente y conduzca a su pueblo hasta la victoria final.
La señora Clinton y el Premio Nobel, no hacen otra cosa que, de manera muy velada prolongar la situación para propiciar el desgaste del pueblo en la calle y mediante un convenio de adelanto de elecciones y amnistía general, como que aqui no ha pasado nada, consolidar a la mafia en el poder y en octubre o noviembre instaurar un “régimen democrático” a la medida de Washington y sería el primer golpe exitoso del moreno de la Casa Blanca contra las democracias latinoamericanas,mosca.
Presidente Zelaya, olvídese de paseos de San José de Costa Rica a Washington y viceversa, porque con eso está dándole tiempo de oxigenarse al enemigo y haciéndose cómplice de la treta imperialista para frustrar la lucha popular de su pueblo. Póngase al frente de quienes lo aclaman, aproveche la marea que en Honduras el barco hace agua.
(*)Periodista, CNP 241.
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