Siete bases militares o los arriendos de siete cuarteles a las fuerzas mercenarias de los Estados Unidos e Israel, revela la profunda crisis que vive el gobierno ilegitimo de Álvaro Uribe y el tristemente celebre y fatídico Plan Colombia. Álvaro Uribe no ha tenido la suficiente gallardía para reconocer su derrota militar frente a los grupos guerrilleros que operan en Colombia.
Don Álvaro, prefiere sacar a la luz pública internacional el desgastado tema del apoyo del presidente Chávez a la guerrilla de su país. Ahora se siente más apoyado por la inminente presencia de las ilegales y anticonstitucionales bases norteamericanas- Israelíes en territorio colombiano. Buscan darle al conflicto interno colombiano una desmesurada proporción internacional que a la larga afectará más a Colombia que al resto de países vecinos.
Habrá los inevitables conflictos entre las fuerzas mercenarias norteamericanas y los diferentes grupos guerrilleros, eso es lo que desean y lo provocaran los gobiernos norteamericano, colombiano e israelíes. Esa será una tentación muy grande y evidente para las FARC y el ELN, será la justificación para una intervención total a una escala sin precedentes de las fuerzas extranjeras en territorio colombiano, a la cual los países y gobiernos vecinos no podrán ignorar, ni descuidar.
Tendremos por lo menos otros diez años más de información sacada de las supuestas súper computadoras de Raúl Reyes. Se decodificaran mas documentos que impliquen a gobiernos, Fuerzas Armadas, organizaciones sociales, en actos de terrorismo contra el gobierno del hombre número 82 de la lista de los narcos traficantes más buscados por la DEA y el FBI, el señor Don Álvaro Uribe.
Cuando empiecen a funcionar plenamente las bases norteamericanas- israelíes, llegaran con ellas las prácticas terroristas de Seguridad Nacional, las desapariciones de líderes políticos, sindicales e indígenas. El narco tráfico se hará más fuerte y prácticamente se legalizará el comercio de la cocaína y sus derivados, porque ese es el interés de los grandes consorcios tabacaleros e industriales de los Estados Unidos, Europa e Israel. Se reforzará la presencia paramilitar en las fronteras de los países vecinos y se organizaran desde el territorio colombiano los futuros golpes de estados en América Latina.
Habrá mayor presencia de vuelos clandestinos espías sobre Venezuela, Ecuador, Brasil y Bolivia y se está estudiando la posibilidad de montar una base aero-naval Norteamericanas- Israelíes en las islas del Archipiélago de San Andrés, militarizando así peligrosamente el Caribe y a Centro América. Además que la transferencia ilegal y clandestina de Armas a Colombia se hará en las mismas narices de la OEA y de la ONU.
Puede repetirse nuevamente un episodio como el ocurrido con la fragata Caldas en Agosto de 1987, esta sería una operación que busca probar la capacidad de defensa y respuesta de nuestra Fuerza Armada Nacional Bolivariana. Hecho que también tuvo un antecedente histórico con la provocación en 1952, cuando Colombia intentó disparar contra los islotes Venezolanos Los Monjes, en el golfo de Venezuela. En ese momento estuvo involucrada otra fragata de la marina colombiana, la ARC Almirante Padilla.
Además, le daría la excusa perfecta a los Estados Unidos e Israel para invocar frente a Venezuela, la defensa de sus intereses económicos y estratégicos en Colombia. Ya hicieron recientemente en noches pasadas un primer ensayo con un helicóptero militar colombiano que aterrizó, supuestamente de emergencia en un puesto militar venezolano. Están tratando deliberadamente de probar la capacidad táctica y estratégica de defensa de nuestro país.
El Señor Uribe, no tiene la capacidad de ver que este conflicto armado en Colombia, tan solo tiene una solución política y no militar. A eso le teme mucho más la oligarquía colombiana y el Departamento de Estado norteamericano, para ellos es imprescindible continuar con un conflicto bélico por la cantidad de intereses que la oligarquía colombiana y los gobiernos norteamericanos e israelíes tienen en una guerra permanente y de largo alcance en Colombia. La narco oligarquía se resiste a cualquier tipo de proceso de paz, porque ellos han vivido y se han enriquecido del conflicto fratricida en el hermano país.
La presencia militar- mercenaria de los Estados Unidos e Israel en territorio colombiano, solo vislumbra un futuro de otros 60 años más de guerra a nuestros hermanos y hermanas colombianos. Vienen por el petróleo venezolano y ecuatoriano, dentro de unos veinte años el imperio norteamericano no podrá mantener el aparataje militar- terrorista del imperio sin garantizar fuentes seguras y cercanas de combustibles.
Entonces a la gran crisis social económica y financiera que atraviesa el imperio y sus aliados se le sumará la crisis de combustibles que debilitará aun más la presencia y dominio norteamericano en nuestro hemisferio y en el mundo.
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