1. En México los políticos profesionales Demetrio Sodi y Jorge Castañeda siendo activos militantes del PRI, sin algún argumento autocrítico, brincaron al PRD y luego, cuando el PAN les guiñó el ojo, ingresaron a él. No han sido los únicos, sólo los casos más evidentes. Aguilar Sínzer (+), Pascoe y otros más también han aprovechado que todos los partidos sean ideológicamente blandengues. Sin embargo debe reconocerse que se han borrado las diferencias entre partidos registrados, si es que alguna vez existieron de fondo. Las diferencias entre el PRI, PAN y PRD son sólo declarativas porque en la práctica –que es lo que cuenta- hacen exactamente lo mismo: sólo están preocupados por conquistar votos, llegar a arreglos sin principios, obtener cargos políticos, lograr buen financiamiento del Estado y usar la televisión y la radio para hacer propaganda.
2. A Sodi, Castañeda, Aguilar Sínzer, Pascoe, Alcocer, los llaman “saltimbanquis” por brincar de un partido a otro cuando no obtienen candidaturas o cargos; pero si los tres partidos oficiales más votados (PRI, PAN, PRD) son más de lo mismo, los llamados “saltimbanquis”, es decir, los que careciendo de principios políticos y morales se cambian partido, son sólo hábiles políticos o políticos ejemplares. Sodi –tramposo y oportunista como la inmensa mayoría de los políticos- acaba de obtener un importante cargo en el DF con el apoyo del PAN; Castañeda, Sínzer y Pascoe llegaron a los máximos cargos en relaciones exteriores en el gobierno de Fox y Alcocer llegó a la subsecretaria de gobernación del PRI después de ser “comunista”. La realidad es que hay cientos –quizá miles en los estados- que fueron “rábanos”, es decir, como diría un empresario: “rojos por fuera y blancos por dentro”.
3. El PRI, que siempre se manejó como un partido de centro, pudo permanecer en el poder siete décadas porque tuvo la enorme habilidad para jugar con los panistas y sinarquistas de ideología derechista y con los partidos que así mismos se proclamaban de izquierda (PCM y PPS) La realidad es que la ideología –con la excepción de muchos actos heroicos y otros más que fueron encarcelados y asesinados- siempre fue dientes afuera porque los programas “antiimperialistas” fueron usados por el PRI para atraer a los “progresistas”. Lázaro Cárdenas y Lombardo Toledano, dos personalidades nacionalistas de centroizquierda, le dieron mucha fuerza a la ideología burguesa de la Revolución Mexicana y contribuyeron a bloquear la formación de un partido de clase. Por lo menos durante 30 años (1940/70) la personalidad de aquellos dominó.
4. Por eso no hay que echarle toda la culpa a esas personitas que han brincado de un partido a otro. La realidad es que en México nunca pudo consolidarse un partido clasista fuerte que agrupe en la lucha a indígenas, campesinos, obreros e intelectuales. Ya lo decía el escritor y fundador del espartaquismo en México, José Revueltas en su libro: “El proletariado sin cabeza”, publicado a principios de los años sesenta, con la concepción leninista que entonces era imperante entre los socialistas. La idea esencial era que el proletariado mexicano nunca había tenido un partido de clase –un partido comunista- que encabece sus luchas y por ello había sido siempre derrotado. A pesar que la tercera internacional fundó en México en 1919 al Partido Comunista, éste además de ser un aparato de protección de la URSS, su programa sólo fue nacionalista.
5. Y parece que la experiencia del PC mexicano fue casi idéntica al de los otros PC que se fundaron en América y el mundo por consigna de la Tercera Internacional que funcionaba en Moscú bajo la dirección de Lenin y Sinoviev. El problema es que esos partidos –quizá con algunas excepciones- fueron fundados por consigna: “cuidar a la URSS”, sin haberse antes preparado las condiciones para ello; por ese motivo sus actuaciones siempre obedecieron a consignas internacionales o siguiendo mecánicamente los virajes y los bandazos de la política mexicana. Por “falta de esa cabeza del proletariado” el PRI pudo gobernar setenta años sin oposición real. ¿Cómo entonces pedir conciencia, moral, decencia, a los militantes si la izquierda nunca tuvo una organización que diera un planteamiento claro a quienes se animaban a entrarle a la lucha social?
6. Por falta de organización fuerte de la izquierda en México y por la gran habilidad que la clase gubernamental ha tenido para mediatizar y absorber a los que en un momento fueron luchadores sociales, es por lo que los partidos empresariales se fortalecieron. En los hechos muchos políticos cuando fueron jóvenes se acercaron a la izquierda, pero “maduraron” y se afiliaron a los partidos de derecha. Por este tipo de historias de militantes de partidos sin moral o ética, hoy estos organismos se encuentran muy desprestigiados. Empeora la situación de desconfianza hacia los partidos por aislarse de la población en los periodos no electorales y, por el contrario, sólo acercarse a pedir el voto cuando lo necesitan para encumbrarse.
7. Al asumir el PAN el gobierno de la República en el año 2000, a pesar que los seguidores del lópezobradorismo se mantuvieron firmes luchando contra Fox primero y luego sin reconocer al gobierno de Calderón, el PRD ha dejado de ser oposición para pasar a ser colaboracionista. El gobierno de Calderón no solo logró integrar al PRD a su proyecto político, sino que ha conseguido que la corriente mayoritaria de ese partido se confronte abiertamente con López Obrador. Ya casi no queda nada de aquellos principios ideológicos que todavía influyeron las luchas estudiantiles de los sesenta y las luchas obreras de los setenta. La clase gobernante priísta tuvo el gran acierto de absorber con sus “reformas políticas y electorales” a la centroizquierda desesperada por tener cuotas de poder. Sin embargo hay que esperar y trabajar por otra coyuntura.
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