Frente a los hechos acaecidos en los días pasados en la Universidad Nacional mi hija me decía "no me extraña" y es que a la familia directa de Jorge Eliécer Gaitán no nos puede sorprender ese comportamiento del rector Wasserman, pues llevamos ya años defendiéndonos a capa y espada de las agresiones y persecución de un personaje a quien Alvaro Uribe Vélez le legó la tarea de sepultar la memoria de Jorge Eliécer Gaitán, en desarrollo de la propuesta del hasta hace poco Alto Comisionado de Paz, Luis Carlos Restrepo, quien publicó un ensayo proponiendo que los colombianos nos convirtiéramos en sepultureros de la memoria de Gaitán como camino seguro para recobrar la paz en Colombia, propuesta que fue avalada mediante panfleto por los paramilitares y que llevó a la liquidación del Instituto Colombiano de la Participación "Jorge Eliécer Gaitán", al cierre de El Exploratorio Nacional, consagrado a abrirle camino a una Democracia Directa - por ser la meta fundamental de la lucha del líder popular - y a confiscar la Casa-Museo, que es de mi propiedad y que nunca ha dejado de ser patrimonio de los herederos de Jorge Eliécer Gaitán.
La tarea de Wasserman ha sido la de repetir, por distintos caminos y con métodos propios del manejo de la conciencia colectiva, que "mataronagaitan", a fin de que la gente lo tenga por muerto y así enterrar su imagen y su ideario.
En la Casa-Museo hacen énfasis sobre la muerte de Gaitán y exhiben el vestido que llevaba el 9 de abril en acto de fetichismo macabro, propio de los tabloides amarillistas que atraen a la gente con el espectáculo de la sangre y el morbo. Quemaron las películas donde se comunicaba la ideología revolucionaria del gaitanismo y ahora le muestran a los visitantes un documental hecho por los gringos con ánimo perverso para tergiversar sus ideales, su lucha y el significado de su vida.
La opinión pública se ha mantenido apática frente a esta extensión del magnicidio de Gaitán, porque las oligarquías no sólo son autores intelectuales del asesinato, sino gestores conscientes del entierro de sus ideas. TODO ESO CONSTITUYE PARTE INTEGRAL DEL MAGNICIDIO.
Pero las clases dominantes han lanzado una frase, falsa como ninguna otra, que reza que "a los hombres los matan pero a sus ideas no". Eso es falso de toda falsedad. Las ideas también son objetivo de los asesinos intelectuales y de los sicarios. Cuando digo que Wasserman, consciente, premeditada y sistemáticamente viene adelantando una campaña para enterrar las ideas de mi padre y su recuerdo, la gente me responde "eso es imposible". ¡Qué equivocados están! Sí, si se puede enterrar la historia y deformar la memoria. ¿Acaso alguien recuerda la Constituyente Popular de 1947, acto participativo de dimensiones gigantescas? ¿Acaso alguien recuerda el genocidio al movimiento gaitanista y en cambio repiten, como loros, que fue una guerra entre liberales y conservadores y no lo que fue: un genocidio de la clase alta, liberal y conservadora contra el pueblo?
También cree la gente que defender la memoria de Gaitán es un asunto que sólo compete a su familia. Falso. Bien decía mi padre: “Los hombres que hemos cruzado universidades sabemos que el hombre es como las plantas, que la planta da frutos y flores no por la planta misma, sino por el surco y la tierra donde ha prendido y que el hombre y un pueblo no pueden ser grandes y fuertes sino en razón de las tumbas donde tienen el alimento para su futuro.”
Hacer respetar a los héroes revolucionarios es cuestión de TODOS los revolucionarios. No hacerlo es complicidad con el régimen.
Que Wasserman haya consagrado parte de su táctica a perseguir a los descendientes de Gaitán es un viejo método, que data de la Colonia, como reza la sentencia a José Antonio Galán el Comunero que dice que será “declarada por infame su descendencia, ocupados todos sus bienes y aplicados al Real Fisco; asolada su casa y sembrada de sal, para que de esta manera se dé al olvido su infame nombre... ».
Yo podría citar a muchos que desde la izquierda han declarado infame la descendencia de Gaitán como reflejo del lavado de cerebro que la clase dominante les ha hecho. Creen que ese es un asunto personal y no político...
La semana pasada interpuse una tutela contra Wasserman y la Ministra de Educación.
Todo aquel que esté interesado en conocer lo que el gobierno, a través de ese rector, ha hecho para hacer desaparecer la memoria de Gaitán, pueden solicitarme que les envíe el texto de esta tutela. Talvez tengan la paciencia de leerla y entender, así, de qué es capaz el rector Wasserman y por qué su accionar del viernes es perfectamente coherente y a la familia Gaitán no nos sorprende. Pueden solicitarnos la tutela, a mis dos hijas y a mí a los e-mail: gaitanjaramillogloria@yahoo.es, o mvgaitan@yahoo.com, o cvg9601@yahoo.es.