Esta semana el congresista republicano Connie Mack introdujo una petición para que el congreso de su país incluyera a Venezuela en la lista de países que colaboran con el terrorismo; cosa que aplauden emocionados muchos de nuestros amigos opositores, cuyos cerebritos globotizados les dicen: “Nos declaran terroristas, nos bombardean, sacan a Chávez y ya… qué alivio”
Cuando leí la noticia de Connie y sus viles intenciones no pude evitar que brotara de mis labios un indignado ‘‘Connie de su Mack’’. Porque hay que ser bien connie e’ mack para acusar de terrorista a un pueblo sólo porque pretenda ser libre y soberano. Pero a Connie lo conocemos desde los tiempos del connie mayor: el que invadió Afganistán buscando a Bin Laden para luego decir que no fue Osama sino Saddam, que al final es lo mismo, solo que hay que bombardear más allá, ahí mismito, donde no tienen las armas de destrucción masiva que no vamos a encontrar. Decía que cada año Connie Mack hace la misma solicitud cuyo único fin es generar titulares que hacen pensar al lector, acostumbrado a que piensen por él, que Venezuela es terrorista y ¡qué pena con ese señor!
El problema no es Connie, pues ya sabemos quién es y qué hace. El problema es un simpático y prometedor presidente. Tan prometedor que ganó un Premio Nobel de la Paz por adelantado, sin haber movido un dedo, según los más optimistas, para arreglar los entuertos que su país ha ido regando y manteniendo por el mundo.
Según los pesimistas, entre quienes me cuento, el Nobel, no es que no ha movido un dedo, sino que los mueve cual habilísimo prestidigitador y derroca gobiernos por allí, mientras envía tropas a países cansados de guerras eternas por allá, instala bases militares que violan y amenazan la soberanía de los pueblos más acá, promueve conflictos entre hermanos justo aquí, todo ésto mientras encandila al espectador con su blanca sonrisa de esperanza negra.
He ahí el verdadero connie e’ mack: Un vendedor de promesas falsas que aceptó un premio que no pretende merecer jamás.
carolachavez.blogspot.com