México: ¿Qué tal si Calderón está madreando al pueblo para que despierte y se levante en armas?

1. He pensado alguna vez que el panista Calderón -al parecer dogmático creyente- “por mandato divino” está violentándose contra los campesinos, los obreros, los estudiantes, en fin, contra todos, para que despierten, se indignen y al fin se levanten en armas, bloqueen las calles, tomen las fábricas, las universidades y las tierras, y comiencen a liberarse. Veo que por más que Calderón y sus fuerzas militares nos golpean, nos sumen en la miseria, protegen la mayor acumulación en pocas manos, ofenden abiertamente con su oratoria, nosotros no respondemos. Pareciera que nuestro sueño es tan profundo –quizá porque nuestra desnutrición y hambre ya nos impide pararnos- que por más golpes que nos arroja, apenas nos movemos para luego dormirnos otra vez.
 
2. Me recuerda una obra que gocé hace unos 35 años en el teatro Independencia del IMSS, quizá del escritor Villebaldo López. Presentaba entonces al hijo de un rico hacendado que al regresar de sus estudios de Europa con ideas liberales, se puso a ayudar a su padre que llevaba más de 50 años tratando como esclavos –con la mayor violencia- a todos los trabajadores. El papá había establecido una serie de leyes, reglamentos y normas que todos debían obedecer para no ser brutalmente castigados. Los trabajadores, que eran más de 500, obedecían al hacendado inclinando la cabeza, los tenían atrapados en las tiendas de raya, trabajaban 14 horas y apenas comían para no morir de hambre. Pero la iglesia les había enseñado a ser humildes y a no rebelarse.
 
3. Fue entonces cuando el hijo del poderoso terrateniente inventó estrategias para que los trabajadores se indignaran ante el despótico trato a los que los sometía su padre. Buscó organizarlos a partir de tratarlos bien y decirles que deberían unirse para luchar por sus derechos como seres humanos, les explicó que tenían derecho a ser libres y que en Europa se habían logrado grandes avances. Surgieron algunos jóvenes rebeldes dispuestos a luchar –que incluso recibieron cárcel ordenada por el hacendado (padre) pero esos jóvenes nunca recibieron el apoyo de los maduros y viejos. Pasaron varios años hasta que el joven patrón decidió cambiar de estrategia haciendo exactamente lo que hace hoy el panista Calderón: madrear a todos, mandar al ejército a golpear y asesinar. Hasta que el pueblo no soportó, quemó la hacienda y al fin se liberó.
 
4.  Me viene el recuerdo de aquel cuento de hace ya más de tres décadas, porque veo la humildad de nuestro pueblo, la terrible subordinación de los más miserables (quizá 30 millones de indígenas, campesinos y marginados de las ciudades), los despidos, la represión, encarcelamiento y asesinatos de los que luchan por sus derechos, y no cambia nada. Los gobiernos del PRI durante décadas se burlaron de nosotros, el panista Fox nos ridiculizó y Calderón sigue por el mismo rumbo y el pueblo sigue sometiéndose a las leyes y reglamentaciones, al “Estado de derecho” que han impuesto los gobernantes y difundido ampliamente los medios de información a su servicio. Y me pregunto: ¿no será acaso que estamos en un letargo o que avanzamos de rodillas porque el poder del dios capitalista todavía nos mantiene bien dormidos y con la cabeza inclinada?
 
5. Obviamente no a todos. Hay poquitos que se han enraizado luchando de por vida -que incluso estarían dispuestos a quemar colectivamente la hacienda del patrón- para poder liberarse de la opresión; pero también hay muchos que abrieron los ojos con el fin de acomodarse al sistema de explotación que les arroja muy buenos ingresos. Sin embargo, los más, las grandes masas de la población, quizá estén dispuestas o prefieran morir de debilidad y hambre, antes que levantar la vista para ver a los culpables de su miseria. ¿Podría poner alguien en duda la afectividad de la ideología de “paz” y sumisión que expande la iglesia y los medios masivos de información? ¿Para qué luchar en la tierra, para qué buscar comodidades, si la vida real y definitiva está en el cielo?
 
6. Veo a mis compañeros electricistas del SME, observó la larga batalla de los mineros, participo con mis camaradas de la CNTE y de la APPO, acudo a los actos políticos del lópezobradorismo y reflexiono acerca de las luchas defensivas del zapatismo, pero en todos lados, aunque quiera ver con alegría y optimismo avances, observo que son bloqueados, golpeados, reprimidos, encarcelados, incluso, asesinados. Veo cómo el gobierno de Calderón hace trizas al PRD, busca desaparecer al SME, divide, encarcela y asesina a dirigentes del la APPO, arrincona en Chiapas al EZLN, lanza al ejército a invadir pueblo y calles en la República y ocupa todos los tiempos de radio y televisión para propagar que México está muy bien gracias a su gobierno. No parece una idea calderonista sino una estrategia yanqui que se viene aplicando a América Latina.
 
7. Obama y los militares golpistas de Honduras están a punto de enterrar la legalidad institucional del presidente Zelaya. Las siete bases militares yanquis establecidas en Colombia están firmes buscando derrocar al gobierno de Hugo Chávez, el de Evo Morales y el del ecuatoriano Correa, usando la experiencia del Golpe Militar. En México la llamada “Iniciativa Mérida”, que no es otra cosa que el Plan México, busca acordonar todos los movimientos sociales usando el pretexto del “combate al narcotráfico”, fortaleciendo la tecnología militar. La realidad es que no hay alegría más grande que ver a las masas en las calles luchando por sus derechos y reclamando por buenas condiciones de vida; pero no hay peor depresión que cuando el gobierno logra derrotarnos usando la fuerza bruta, sobre todo cuando los medios de información hacen que el pueblo repita sus estupideces y imbecilidades. 
 
pedroe@cablered.net.mx


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Pedro Echeverría V


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