México: El IPN “cardenista” fue destruido por el gobierno en 1956 para dar paso al “moderno” Politécnico

1. La directora del Instituto Politécnico Nacional (IPN), Yoloxóchitl Bustamante Díez –recién nombrada por el presidente ilegítimo Felipe Calderón- salió en defensa de la Evaluación Nacional del Logro Académico en Centros Escolares (Enlace) y de la Reforma Integral a la Educación Media Superior (RIEMS). Sobre el primer caso, señaló que las comparaciones entre el nivel de enseñanza de las instituciones participantes sólo es algo complementario, mientras las directrices que establece la reforma se aplican en el IPN desde 2004. Dijo lo contrario a lo declarado hace una semana por el rector de la UNAM que manifestó su independencia de los planes de la SEP. ¿Se ha esperado alguna vez otra cosa de los directores del IPN, directamente nombrados desde la Presidencia y sin un mínimo de autonomía respecto a la autoridad en turno?

2. Pero lo que salta a la vista es que la nueva directora Bustamante no cuenta ni con la mínima independencia para encabezar esa institución superior pues todo indica que sólo es un instrumento de la cacique sindical del SNTE Esther Gordillo y de quien fuera el secretario de Educación de Fox, el tal Reyes Tamez, hoy flamante coordinador de los diputados de Nueva Alianza (partido propiedad de Gordillo) Esto demuestra una vez más que los tentáculos de la Gordillo –con el fuerte apoyo de Calderón- siguen tan fuertes como hace nueve años, cuando Fox llegó al poder. Más aún: se ha denunciado que la química Bustamante desde hace años –sobre todo cuando ocupo una importante subsecretaría en la SEP- es parte de la gran industria farmacéutica transnacional. A este juego de intereses descarados se llama en México democracia y transparencia.

3. La realidad es que la independencia o autonomía del Poli nunca ha existido y para comprender mejor su filosofía es interesante leer el debate de 1933 –ya clásico- entre Antonio Caso y Lombardo Toledano donde el primero defiende la autonomía de la UNAM y Lombardo sostiene la subordinación de la educación en un “gobierno socialista”. Si bien este último como “marxista” defendía una educación al servicio de los trabajadores y no de las élites, la realidad es que el gobierno mexicano nunca ha estado al servicio de los obreros o los campesinos y la dependencia de la educación nunca ha podido ser más que de la burguesía. Por eso el Poli, si bien mantuvo una posición progresista durante el cardenismo en los siguientes sexenios se movió por donde cada régimen político le indicó; y desde hace nueve años al ritmo del panismo.

4. El Instituto Politécnico Nacional, la escuela mexicana de estudios superiores técnicos, fue creado en 1936 durante el sexenio de gobierno de Lázaro Cárdenas (1934-40) para organizar muchas pequeñas escuelas técnicas e industriales que comenzaron a aparecer en México desde el siglo XIX. Fue ese gobierno el que mayor empeño puso porque el IPN se convirtiera en una institución educativa al servicio de los trabajadores y, al mismo tiempo de la industria que requería mano de obra capacitada. La realidad es que no nació para competir con la UNAM –considerada institución al servicio de sectores ricos y acomodados- sino como una alternativa para los sectores pobres y clases medias bajas. Si bien todas las escuela internado (secundarias, prevocacionales, normales, IPN) creadas por el cardenismo fueron para gente humilde, a partir de los sesenta la cosas cambiaron.

5. Los años 1956-59 fueron cruciales para los gobiernos de Ruiz Cortines (1952-58) y López Mateos (1958-64) A pesar de que se había iniciado un período de crecimiento económico en el país (el llamado “desarrollo estabilizador”), el descontento social crecía entre los trabajadores: profesores ferrocarrileres, telegrafistas, electricistas, etcétera y estudiantes del Poli, la Normal Nacional, las normales rurales y universidades de los estados. En 1956 el dirigente estudiantil de la FNET –federación que agrupaba a todas las escuelas técnicas del país, Nicandro Mendoza, declaró una huelga. Las demandas eran totalmente académicas: mejores talleres, ampliación de la semana de clases, creación de más instalaciones, ley orgánica para el IPN y destitución del director general. Se logró destituir al director y fue nombrado el millonario Alejo Peralta.

6. Peralta, con actitud fascista, encabezó el mando de las fuerzas militares y el 23 de septiembre en la madrugada metió al ejercito para desalojar el internado del IPN, (unos 5 mil estudiantes) con el repique de las trompetas en el patio del internado y el paro de los culetazos por las camas con la bayoneta en las barrigas de los estudiantes “levantate, hijo de la chingada”. Al medio día director Peralta declaró el cierre definitivo del internado. A los estudiantes “de buenas calificaciones” se les entregó una beca para continuar sus estudios, a los demás se les sacó del internado quedando éste bajo el resguardo de las fuerzas militares que con rifle en mano. Los estudiantes tomaron los edificios escolares cercanos para pasar la noche. La mayoría de los internos tuvieron que dejar de estudiar y regresarse a sus estados de origen; los dirigentes fueron presos en Lecumberri acusados de disolución social. Peralta creó una organización estudiantil (FEP) a su servicio.

7. A partir de la invasión y destrucción por el ejército del internado del Poli en 1956 y el sismo de 1957 que destruyó edificios del Casco de Santo Tomás, si algo de la orientación “cardenista” existía en el internado, ésta desaparició para dar origen el nuevo IPN totalmente al servicio del gobierno y del capital. Lo que sucedió al Poli se repitió en la Nacional de Maestros y en las escuelas normales rurales al cambiar completamente los programas educativos, las asignaturas y destruir los internados que daban alguna seguridad a los estudiantes pobre y de sectores medios bajos. Yo aún tuve la suerte de estudiar los tres años de la secundaria en un internado cardenista para hijos de trabajadores. En 1961 se fundó el IPN Zacatenco que de cardenista no conservaba nada, aunque los estudiantes de esa institución jamás han dejado de luchas, tal como en 1968.

8. ¿Qué puede esperarse de las autoridades del Poli –nombradas sin la menor consulta por el presidente de la República en turno- sino apoyar las políticas de la SEP? Una de las tareas de los estudiantes del IPN podría ser luchar por la autonomía de la institución y por el fortalecimiento de sus organizaciones independientes. La UNAM comenzó sus batallas en 1929 y sólo logró su formalización cuatro años después. Aunque nadie puede decir que es realmente autónoma, existen muchos márgenes de esa “independencia” que se pueden aprovechar y han servido como parapeto. Pero lo que siempre debemos tener presente es que sólo puede existir una educación igualitaria, científica, popular y autogestiva cuando surjan organizaciones fuertes de estudiantes y académicos honestos. Mientras tanto la burguesía seguirá imponiendo sus políticas educativas y sus autoridades como le venga en gana.

pedroe@cablered.net.mx



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Pedro Echeverría


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