1. Lea usted: “La Auditoria Superior de la Federación concluyó que en el sexenio de Vicente Fox y en los dos primeros años de la presidencia de Felipe Calderón los gobiernos del PAN obtuvieron ingresos extraordinarios por un billón 281 mil 902.7 millones de pesos –la mitad por excedentes petroleros–, que fueron dilapidados casi en su totalidad en el gasto corriente de la burocracia panista, y de los estados y municipios. Específicamente en el periodo 2003 y 2008, 71.8 por ciento de esos excedentes se dedicó a ampliaciones presupuestales a dependencias federales y de los estados, que se destinaron principalmente al gasto corriente, informó ayer a la Cámara de Diputados el por revisión a la Cuenta Pública 2008. Otro 15.4 por ciento se transfirió al Fondo de Estabilización de los Ingresos Petroleros y 12.8 por ciento al Fondo Pemex”.
2. La auditoría encontró que casi 3 mil funcionarios ganan más que el Presidente, que 2 mil 912 funcionarios públicos de mandos medios y superiores del gobierno de Calderón y entes autónomos, como la Suprema Corte de Justicia y el Tribunal Federal de Justicia Fiscal y Administrativa, recibieron un salario superior al del Ejecutivo. El pago de esos salarios costó al erario 4 mil 101 millones 501 mil pesos, 0.9 por ciento del total erogado en el capítulo 1000, denominado servicios personales. Hasta aquí basta. ¿Qué debe hacerse? ¿Basta con que renuncien y se vayan a su casita a planear más negocios y de vacaciones a disfrutar los millones de pesos o dólares desaparecidos y defraudados? La realidad es que todos esos expresidentes del PRI y del PAN, junto a Calderón, hace mucho que deberían estar en la cárcel después de quitarles sus millones.
3. Después de dilapidar esos millones de millones, con los que se pudieron crear cientos de miles de empleos, alejándonos un poco de la crisis económica mundial, el gobierno inventó “un gran boquete en la economía” que el pueblo por obligación tendría que pagar. Se decretaron los fuertes aumentos en artículos, aumentaron los impuestos, se incrementó el IVA, se recortaron presupuestos en salud, educación, campo, relaciones exteriores, hasta en el INEGI que proporciona datos sobre la situación del país. Ahora se dice que el “boquete” no era tan grande y que además el gobierno tenía su “guardadito”. Yo no diría que todos los legisladores son imbéciles al engañarlos con “boquete” y “guardadito”, más bien diría que –como clase política- son cómplices de todos los robos, fraudes y engaños que los gobiernos cometen contra el pueblo.
4. Pero al 70 por ciento del pueblo mexicano -que ni siquiera desea enterarse de estas cosas porque según su religión “es más feliz ignorándolas”- le importa un bledo lo que pase en política, economía, educación. Sólo sabe que el día de hoy, quizá también mañana, debe comer junto a sus hijos, y tiene que abastecerse de alguna manera. Sabe el pueblo que los políticos roban, pero no se imagina cuánto ni si esos fraudes tienen que ver con su vida. De hecho en México todo eso de las alianzas de partidos, narcotráfico, asesinatos y gigantescos desfalcos al presupuesto público por parte de funcionarios de gobierno y empresarios, sólo se publica en algunos periódicos y revistas que sólo leen los políticos, empresarios y estudiosos, una minoría que no alcanza el 5 por ciento de la población. ¿Es el pueblo culpable de su opresión por no leer ni enterarse?
5. Pobre pueblo tan enajenado, oprimido y jodido; pero también pobre de nosotros que nos sentimos conscientes, que muchas veces nos ilusionamos luchando a diario contra el poder y pensando en que un día ese pueblo se levantará –y nosotros junta a él- para destruir este maldito mundo que está de cabeza para ponerlo de pie. La realidad es que su carga es muy pesada y le es muy difícil darse cuenta de su realidad. Quizá, como aconseja la religión, sea menos difícil soportar esa carga que tratar de liberarse con ella. ¿Se imaginan cuántas horas de TV y radio enajenantes, tontos, idiotas, tienen que ver durante horas, todos los días, para “matar el tiempo”? La palabra, dice el investigador Sartori, está destronada por la imagen. “No nos damos cuenta que el acto de telever está cambiando la naturaleza del hombre”. Algunos nos defendemos, ¿pero el pueblo?
6. ¿Quién va a enterarse de los robos y fraudes de Fox y Calderón fuera del 0.5 por ciento que lee La Jornada y dos o tres periódicos más? ¿Puede pensarse acaso que la televisión explicará el caso en alguna ocasión? ¿Qué órganos de justicia dependiente del Estado y del gobierno: Procuraduría, Suprema Corte, hará caso a la nota de la Auditoría de la Federación y luego se ponga a investigar en serio los millones de millones de pesos que se dilapidaron? De que México está jodido por los arreglos y acuerdos entre la clase política, no hay duda. Así como se arregló entre el PRI y el PAN la gubernatura del estado de Oaxaca a cambio del voto del PRI al IVA, ahora se puede arreglar el despilfarro y fraude millonario por la presidencia. Algo así como te paso a mi hermana o a mi joven madre por la tuya. Ni Fox ni Calderón serán sancionados ni nada.
7. Imagínense nada más: el gordito Cartens que como secretario de Hacienda, según denuncia internacional, administró mal la crisis y desplomó la economía mexicana, en vez de mandarlo a la cárcel la clase política lo premió como director del Banco de México. Salinas y Zedillo que como presidentes defraudaron el presupuesto público, entregaron a la economía mexicana al capital privado e internacional, en lugar de pagar su mal gobierno en presidio, se pasean en el mundo haciendo negocios. Fox y Calderón, los presidente de empresarios y para los empresarios, dilapidan millones de millones y nunca han soñado con estar tras la rejas. Pero pueden hacer lo que les dé la gana porque hasta hoy “el pueblo no pinta ni da color”. Ni modo, no nos queda más que seguir saliendo a la calle a ver si un día la gente despierda y comienza a rebelarse y joder a sus malditos opresores.
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