- Jerarca pide perdón tras renuncia de todos los obispos
- Dimiten todos los obispos chilenos tras escándalo por abusos sexuales
- El sacerdote Alejandro Goic pide perdón por no investigar con celeridad un caso
Domingo 20 de mayo de 2018.-
Santiago de Chle.
Un obispo chileno pidió perdón este sábado por no investigar con celeridad un presunto abuso sexual en su diócesis, señalamiento del papa Francisco contra la desprestigiada Iglesia de Chile, por lo que toda la jerarquía dimitió el viernes pasado. Los 34 religiosos recibieron la orden del Vaticano de renunciar, ante acusaciones de abusos sexuales y pedofilia.
"Quiero pedir perdón por mi actuar en este caso", dijo el obispo Alejandro Goic en respuesta a las denuncias en un reportaje del canal local T13, el cual reportó las conductas delictivas del sacerdote Luis Rubio, quien admitió sus ilícitos en el mismo trabajo informativo.
Rubio reconoció haber enviado imágenes de él desnudo y audios de contenido sexual vía Facebook a un perfil falso de una menor, el cual fue creado precisamente para probar los delitos.
Goic, obispo de Rancagua, 90 kilómetros al sur de Santiago, también es presidente del Consejo Nacional de Prevención de los Abusos dentro de la Iglesia.
Elisa Fernández, quien trabajó en la Pastoral Juvenil de la pequeña comunidad de Paredones, afirmó en el reportaje que informó repetidamente a Goic sobre los abusos, pero el obispo siempre le exigió pruebas.
Fernández agregó que Rubio pertenece a una red de sacerdotes que cometían abusos.
"Lo reconozco. Le di acogida a esta joven que aparece en el reportaje y actué eventualmente sin la agilidad adecuada en el proceso indagatorio del sacerdote Luis Rubio y otros presbíteros mencionados por ella", indicó Goic en una escueta declaración a la prensa. No aceptó preguntas.
Explicó que los sacerdotes involucrados fueron suspendidos temporalmente de sus actividades mientras se investiga cada caso, y que la próxima semana se mandarán todos los antecedentes al Vaticano.
La información, en manos de la fiscalía
Además, la información fue entregada a la fiscalía de Rancagua para el comienzo de la investigación penal.
El obispado reveló en un comunicado del 14 de mayo que Rubio admitió su participación en los hechos y que recibió denuncias con anterioridad sobre conductas impropias contra el sacerdote, "indagándose los hechos sin resultados". Agregó que había suspendido al cura mientras era indagado.
El nuevo escándalo salta a la luz pública un día después de que todos los obispos chilenos activos pusieron de manera colectiva sus cargos a disposición del Papa por los alborotos sobre agresiones sexuales que han dañado la imagen y generado una profunda crisis en la Iglesia católica del país.
La Iglesia católica chilena está en la mira mundial por décadas de abusos sin indagar o investigados superficialmente, pese a que había indicios de veracidad en las denuncias de las víctimas, quienes no fueron protegidas por los sacerdotes, dijo Francisco a la conferencia episcopal que convocó a Roma.
Francisco acusó a la jerarquía local de haber destruido pruebas comprometedoras.
No hay plazo para que el Papa acepte todas a sólo algunas de las dimisiones de los obispos por no haber sabido frenar los abusos, que muchas veces no investigaron o retrasaron años las averiguaciones.