Miércoles 18 fe marzo de 2025.- China y Africa comparten varios enemigos comunes y uno de ellos, quizá, el más silencioso, es el desierto, la arena lleva avanzando en ambas regiones décadas, sin control, tragándose pueblos, carreteras y tierras fértiles,
Y China, desde 1978 se ha estado construyendo la gran muralla verde, un cinturón de árboles de más de 3000 kilómetros que rodea el desierto de Taklamacan, el segundo desierto de arena movediza más grade del mundo, sólo por detrás del Sahara y que terminaron de construir, hace apenas hace unos meses y lo han conseguido con tecnología, planificación y sobre todo, paciencia, el resultado fue todo un éxito, con una combinación de paneles solares y reforestación, han estabilizado enormes dunas de arena e incluso se está regenerando terreno.
En Africa, también tenían un plan para detener el avance de El Sahara, en el 2007 la Unión Africana planeo construir un muro de árboles de 7700 kilómetros desde Senegal hasta Yibutí, el resultado, para 2007 se suponía que restauraría 100 millones de hectáreas
En el siguiente video presentamos parte de la lucha que están realizando y la colaboración que está dando China al Africa en esta titánica lucha.
El desierto ha seguido avanzando
Ahora, desde China se está exportando su modelo a Africa combinando la restauración ecológica con incentivos económicos.
En Mauritania donde las dunas de arena sepultan carreteras y consumen el 15% del PIB anual científicos chinos introdujeron una innovación pequeña, pero poderosa, rejillas de paja en formas de tableros de ajedrez una técnica perfeccionada en el desierto de Taklamacan, estas rejillas combinadas con arbustos resistente a la sequía, como el sausauli y la acacia, han estabilizado las arenas movedizas y triplicando la producción de forraje
En Etiopía, científicos chinos limpiaron arbustos espinosos invasores, que ahogaban a los pastizales y triplicando la producción de forraje.
Los científicos e ingenieros chinos no sólo están plantando árboles en Africa, están creando industrias verdes.
Desde occidente los críticos han opinado que China tiene intereses en Africa por ser una zona rica en recursos pero sin ofrecer alternativas.
Mientras tanto China sigue avanzando.
