Rescatemos las Emisoras Comunitarias

"Estados Unidos sabe, además, cómo entrar en una guerra contando con el apoyo del periodismo. Se adjudica al magnate de la prensa "amarillista" William Randolph Hearst la frase dicha a un cronista enviado a cubrir una supuesta guerra en Cuba: "Usted no se preocupe que la guerra la pongo yo".

Ricardo Horvath (El Rol de los medios en la guerra imperialista"; pag.24)

Una de las experiencias más singulares vividas por la Revolución Bolivariana - la cual no debemos olvidar - fue sin lugar a dudas lo ocurrido el 11 de abril del año 2002 cuando el golpe de Estado contra el Comandante Hugo Rafael Chávez Frías y el ascenso al poder de aquel célebre personaje en Miraflores: "¡Te queremos Pedro…! ¡Te queremos!".

Todo funcionó de una manera automática con la unidad cívico – militar, como nunca antes se había vivido en el mundo y a través de "Radio Bemba", Radio Perola u otras emisoras como Fe y Alegría o del interior del país, se pudieron difundir mensajes que los medios de comunicación privados callaron.

Vendría el rescate del Comandante Chávez, la toma de las riendas del poder y del hilo constitucional por los representantes del Gobierno junto al pueblo y las Fuerzas Armadas, leales a la Revolución Bolivariana.

Desde aquel oscuro episodio que la derecha apátrida impulso y quiso repetir con el paro petrolero, las guarimbas y el más reciente magnicidio en grado de frustración, el papel de los medios ha sido singular y sobre todo el de la radio, en sus diferentes frecuencias (FM, AM), gracias a su inmediatez y poder de penetración que las ha llevado a jugar un rol estelar.

Por la velocidad de los acontecimientos y por la dinámica del quehacer político y social todo pareciera olvidarse. Debido a ello fue muy importante la respuesta que en su momento dio el Comandante Hugo Chávez Frías a los golpistas y además apreciar, como brindó un apoyo irrestricto a una red de medios alternativos de radio y televisión.

Los medios comunitarios se multiplicaron en el país y las frecuencias fueron otorgadas, como facultad del Estado para la defensa y el control de las ondas electromagnéticas y radioeléctricas, para apoyar así el otorgamiento de licencias a numerosas televisoras y emisoras comunitarias en todo el país.

El proceso se rigió por la Ley de Responsabilidad Social en Radio y Televisión, (Ley Resorte) bajo la supervisión de CONATEL quien facilitó el poder disponer de un instrumento que estuviera alineado con la Revolución Bolivariana e hiciera un contrapeso a los medios privados, quienes como en caso del Golpe contra Chávez en el 2002, tuvieron un papel estelar y hasta un rol político - por encima de los partidos - contra el proceso revolucionario.

La realidad nos ha demostrado que la burguesía a través de la historia ha sabido manejar sus instrumentos ideológicos del Estado y de la sociedad, para dominar y ejercer el poder detrás de las cortinas. Es por ello por ejemplo que el autor del libro "El rol de los medios en la Guerra Imperialista", Ricardo Horvath, al tratar el famoso caso del 11 de septiembre en los Estados Unidos señala:

"Primero mostraron sorpresa. Después se hicieron los indignados. Con posterioridad vino una tibia desmentida. De inmediato el silencio. Los famosos "medios de comunicación" dejaron de comunicar. Nada para informar, nada para investigar. Es lo que ha dado en llamarse "apoyo patriótico solidario" pero que, en realidad, es la censura y autocensura del sistema que pregona la "libertad de expresión".

En Venezuela cuando el golpe de Estado contra Chávez los medios de comunicación burgueses callaron y nos bombardearon de comiquitas para apartar al pueblo de la verdad, pero funcionó el amor por Chávez y "radio bemba", además la solidaridad cívico – militar que rescató al Comandante y lo trajo de nuevo al centro del poder en Miraflores, para poder llevar adelante el proceso revolucionario.

A raíz del fracasado intento de golpe, donde como ya sabemos estuvo involucrado hasta los "teque teques" el imperio norteamericano y sus perritos falderos, el Gobierno del Comandante Chávez comprendió la importancia de los medios y de un sistema de comunicación ajustado a la defensa de los valores revolucionarios y del Gobierno Bolivariano.

Es a esta experiencia a la cual queremos referirnos porque la misma ha resultado fallida y no ha dado pie con bola. Luego de haberse otorgado a través de los organismos correspondientes como CONATEL la permisología a centenares de medios radioeléctricos o certificados de transmisión (a emisoras y televisoras), los mismos han resultado una copia al carbón de los medios privados.

Las emisoras comunitarias florecieron en todo el territorio nacional, todas con muy buena intención y apegadas a los reglamentos y leyes de la República. No obstante, la mayoría de ellas cambiaron sus parrillas y objetivos programáticos para convertirse en rockolas o copias de las emisoras privadas, que alimentan un mensaje mercantilista y sólo sirven de sostén al sistema capitalista que ha prevalecido en el país.

Desde luego que muchas subsisten a duras penas y se baten en el dilema de como competir o subsistir para su mantenimiento y poder sacar al aire sus transmisores y su frecuencia, acosadas por los costos y la dependencia tecnológica, así como la difícil reposición de sus equipos.

Otras, abusando de la permisología y su figura de comunitarias se convirtieron en vulgares adefesios o negocios privados, muy alejadas de su misión comunitaria y la de instrumentos formadores de valores en la sociedad o en las comunidades, más bien alejadas de la cultura promovida por un Estado Comunal o como ejes y motor de las Comunas.

Por otra parte, muchas pasaron también a convertirse en púlpitos o recintos religiosos de ideologización con mensajes subliminales y hasta doctrinales con fines políticos ocultos, los cuales ya sabemos cómo han repercutido en recientes elecciones gracias a la participación de líderes políticos evangélicos dentro de nuestro país y en casos recientes, en otros países de América Latina como los ejemplos de Brasil y Colombia.

En Venezuela ahora que estamos reformando la Constitución Bolivariana a través de la Asamblea Nacional Constituyente, es muy oportuno que se debata el papel, la política y el rol que cumplen en nuestra sociedad las emisoras comunitarias como instrumentos de una Revolución.

Hay fracasos y experiencias positivas que deben evaluarse y traerse al debate con sus propios protagonistas, para que no nos lamentemos más tarde de no haber utilizado un instrumento tan valioso como la radio y la misma tv en la formación de nuestra sociedad y porque no, en un Estado Comunal y verdaderamente revolucionario.

Lanzamos la reflexión porque hemos conocido en carne propia el calvario que viven muchas emisoras comunitarias del país, algunas han tenido que apagar sus transmisores y frenar sus ondas hertzianas. Otras a duras penas y con las uñas, subsisten sin ningún apoyo del Estado y salen al aire sólo por amor al arte y gracias a la ayuda de algún mecenas o del esfuerzo colectivo que impiden su desaparición.

Ojalá que el Gobierno del Presidente Nicolás Maduro y sus asesores en materia de comunicación en el alto gobierno, comprendan el papel estratégico de los medios de comunicación en Revolución y fortalezcan las emisoras comunitarias.

Igualmente es necesario que se conformen en nuestras fronteras (vieja aspiración) con el debido apoyo técnico y operacional, las emisoras que tanto se necesitan como "artillería del pensamiento" y para la defensa de la soberanía y la identidad nacional.

En las grandes ciudades observamos como existe una diarrea de emisoras que sólo sirven para confundir a los usuarios y sólo favorecen caprichos o al amiguismo de uno que otro enamorado de la radio. Hay más cantidad que calidad.

En muchos pueblitos y comunidades del interior del país disponen de sus comunas y de su cultura popular. Muchos quijotes sueñan con el apoyo del Estado porque están huérfanos y a la deriva.

Es hora de tomar en serio a través de la Asamblea Nacional Constituyente y del Estado la reforma de la Ley de Responsabilidad Social en Radio y Televisión (Gaceta Oficial 38.081 del 7 de diciembre de 2004) y valorar el verdadero papel estratégico de los medios de comunicación en tiempos de Revolución. Esta es una deuda pendiente.

¡Amanecerá y veremos!



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Marco Tulio Arellano

Jubilado en Pdvsa

 arellanomt@hotmail.com      @Homugria

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