“El que es dueño de las comunicaciones es dueño del mundo”*
Pero quien no concede un milimetro a periodistas de palangre,
es dueño de sí mismo.
El palangre cínico que practican en Venezuela y el mundo, se puede catalogar de mísero o elegante según el periodista palangrista o el ente comunicacional o comercial que administra la palada al palangrismo. Son las paladas que origina las miserables o elegantes coimas que no solo se recibe en metálico, sino que se “obsequian” en viajes y estadías en hoteles de lujo, autos, comidas y bebidas gratis en restaurantes, cursos de posgrados en universidades elitistas, ropas de marca, la Green Car a los periodistas que contratan en el imperio, o el chequecito mensual. Entre algunos palangristas de categoría, se cuentan a escritores como Mario Vargas Llosa y su delfín, todos los anal-istas de economía y política que vemos sus caretas en televisión; todos los “periodistas” pro sionistas de CNN; todos los palabreros del Grupo Prisa; las presentadoras de las noticias en los canales de televisión de radios y periódicos de todo la prensa de la derecha de América y el mundo. Y los miserables, son esos que buscan figurar a codazo limpio, sabiendo ya, que los de categoría, son reconocidos en cualquier parte donde abran sus hediondas jetas o escriban sus garabatos embaucadores. (Y quien se sienta aludido qué revire) ¿Pero que es el palangrismo?
El periodismo de palangre o, el periodista palangrista que los diccionarios tarantizadores sólo describen como: “periódico o periodista que recibe pago ilícito”, es un hecho que se vive todos los días como normal, dadas las circunstancias donde el perverso capital nos enterró. El triste periodista de palangre que la gran mayoría de ellos ignora de donde salió el término y a la vez ignora lo que realmente significa vivir con esa carimba moral, es un triste ser que no asimila su matraquería, su prostitución, su mendicidad y su arrastrarse; en otras palabras, no sabe lo que significa el ser visto como actualmente vemos toda su existencia tristemente vendida. Estos seres indignos no saben que PAL-ANGRE significa palada y hambre. La primera raíz del término es PAL de palada, de recibir, y la segunda viene de hambre. Que llevándolo a nuestro criollismo nos dice algo así como: “Dame algo pál hambre” ¡pobrecitos!
Ya el lector sabe que no soy un experto en cuestiones filológicas, pero trato de hacer el esfuercito, instando a quienes son autoridad en el asunto que me corrijan o que ayuden a hacer entender este término al resto de mortales que bastante falta nos hace y ayudan así a los cancerberos del periodismo a descifrar el estado tan lamentable donde se encuentran cuando asumen ser mandaderos de la prensa que hace daño al hombre y la mujer que lee sus marramuncias.
Nuestro comandante Chávez, es exacto y contundente cada vez que lo abordan este tipo de pelágicos para hacer preguntas con venenos, preguntas de mandadero servil; lo mismo hace el presidente Evo Morales y el presidente Correa, pero hace falta un poco más de contundencia pá mandarlos al zipote. ¡Hay que ver el cinismo de una Patricia Janiot, de un Daniel Vioto, o de una Vicky Dávila! Pero falta más, mucho más. Hace falta estar muy pendientes de esos lacayos del palangre para limitar su nauseabundo interés cuando viven a la expectativa de todo el discurso de nuestros líderes para despotricar de todo el pregón.
Por esto, en mi personal opinión pienso que es estúpido, que nuestros cancilleres, ministros y todos los hombres y mujeres involucrados en nuestro proceso en Venezuela, América Latina y el Mundo, sigan concediendo sus declaraciones o contestado preguntas a quien ya sabemos trae el encargo de joder ¿no es una estupidez? ¿No es estúpido darle una entrevista a Patricia Janiot o cualquier “periodista” de CNN? ¿No es recontraestúpido darle declaraciones y contestar preguntas a RCN, Caracol, periódicos del grupo Prisa, el grupo Clarín, a Univisión, a Televisa, a Fox, a Reuter, a periodistas locales y etc., etc.?
Y es archirrrrrecontraestúpido, cumplirle citas a programas de opinión o a cualquier cosa de los medios de la derecha Venezolana. ¿Por qué? Porque un racista genético siempre será racista. A este tipo de racista creyente en Dios, le llegan a decir que Dios es negro o cuando menos mestizo, y en seguida se convierte en ateo. Lo mismo pasa con los periodista de palangre. Ya es hora que comencemos a tirarle portazos en la cara. Concederle un milímetro a estas cosas que llaman “periodistas” es concederles un metro. Dejemos la diplomacia para quienes realmente merecen nuestro respeto. Esa diplomacia que tiene más sabor a hipocresía, el periodismo de palangre la convierte en su mejor herramienta. Y a propósito, ¿qué van hacer los periodistas racistas de Globovisión con la melanina pura del nuevo Embajador del imperio?
( *)Periodista
*Humberto Eco
¡Patria socialismo o muerte!
Chávez es socialismo!
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