Por supuesto, se respeta y no se cuestiona la decisión del PPT de abandonar el barco bolivariano e irse paulatinamente acercando al “proyecto” mediático de la oposición. No tengo la intención de cuestionar el derecho que tiene José Albornoz de empujar su barco al charco de las trampas, manipulaciones y mentiras de la oposición. Es su derecho. Anoto o registro para una revisión crítica, esa condición que tantas veces he oído de los “pepetistas” de concebirse (y lo creía) como un partido de cuadros y entiendo que en esta consideración, se le iba el alma y tenían el privilegio de arrullar esa realidad tan distantes conocida como utopía revolucionaria, que siendo un espacio de muchas buenas ideas, sueños y proyectos, es inaccesible para otros izquierditas. Veía o me imaginaba al PPT por su definición de “partidos de cuadros”, pateando siempre ese mundo de sueños y esperanza.
En mi almuerzo de este jueves, tuve como especie de postre la participación de José Albornoz en un programa de opinión en el canal 7 (Venevisión) y el tema que utilizó para justificar su distanciamiento del proyecto bolivariano, es un dato-señal que manejo para demostrar que ya el PPT y José Albornoz vienen “cuesta abajo en la rodada”. Me dije, por el tema y la manera en que lo abordó, que pudo haber utilizado otro asunto porque si había decidido distanciarse del proceso, pero andar por el camino de la izquierda, guardando distancia del charco de la oposición, no podía echarle mano al tema de la “exclusión social” por matemáticas y sociales razones. No podía o no debía manejar ese fenómeno social de la “exclusión” en la forma que lo utilizó, porque si existe una directriz (no justificable) que le impida a una persona de la oposición encontrar un cargo en la administración pública en estos momentos, no es este punto o el lado más miserable de la exclusión social.
Manejando este asunto, pienso que Albornoz no se comportó muy honestamente o dejó verse como un “politiquero”. Nadie dude, que cuando Manuit gobernó Guárico, los cargos pasaban por el visto bueno del PPT y si no estaban cerca de ese partido; las cosas se le tornaban difíciles al que muy ingenuamente acudía a la Dirección de Recursos Humanos de la Gobernación a solicitar un empleo. Este problema planteado de esa manera, no define como buen político a nadie, porque ese mismo argumento, puede ser el tema central de una conferencia que Ramos Allup lleve a la internacional socialista para confesar que durante los últimos 50 años del siglo pasado en Venezuela era condición necesaria tener el visto bueno del secretario de organización parroquial de AD para ingresar a la Administración pública.
Algo muy parecido debe haber pasado (y estar pasando) con Henry Falcón en Lara. Los que no están con él ahora, si no fueron rotado o despedidos de sus antiguos cargos, seguros andan ahora mismo jugando banco o pateando los pasillos de la gobernación localizando una gotera. Si el PPT y José Albornoz mantuvieran su distancia del Chavismo, pero no estuvieran tirándole piropos a la derecha; el tema de la exclusión social hubiese sido un punto para mantenerse en la ruta de la esperanza que fue un asunto que también trató en ese programa. Hay temas y asuntos con espacios para una crítica contundente al proceso, pero precisamente este de la exclusión social, da mala espina o es una señal muy clara de la ruta que ya recorre muy rápido José Albornoz con su PPT, que una vez nos presentaron como una partido de “cuadro”.
No es muy frecuente que partidos de izquierda asuma esta condición de “partidos de cuadros” y aunque no tengo un conocimiento preciso de esta condición, la asocio como una manera de encarar el trabajo político en función de un proyecto revolucionario, pero colocando el acento en la tarea de disponer de un “profesional” de la revolución para atender la dimensión organizativa bajo una adecuado perfil político y con un buen conocimiento de la situación social y económica de la realidad que la organización tiene interés en cambiar o transformar.
La Inclusión Social ha sido una de los aspectos fuertes de este proceso. Posiblemente se cuestione que la inclusión ha sido posible por la vía de la renta petrolera, pero esta acción de incorporar a muchos venezolanos a una vida más o menos digna y haciendo uso de la renta petrolera es una política que no puede ser dejada a un lado bajo la burda “explicación” dada por José Albornoz en ese programa de televisión. ¿Sabe Albornoz cuánto jóvenes venezolanos se le truncó su futuro porque eran excluidos de la educación superior? ¿Sabe José Albornoz cuántos de esos jóvenes ya estaban excluidos desde antes por su condición social? ¿Sabe José Albornoz cuánto jóvenes venezolanos excluidos se le ha devuelto su derecho al estudio? ¿Sabe José Albornoz cuantos pobres de este país tienen una vida un pelito más digna que antes de Chávez? ¿Sabes José Albornoz cuánto adultos mayores gozan de una modesta pensión? ¿Sabes Albornoz cuántas organizaciones comunitarias se le da dado participación en este proceso? ¿Sabes Albornoz cuánta inclusión ha sido este gran esfuerzo?
Claro que lo sabe, pero asume ahora la misma conducta de la oposición: Nada es bueno; No es no. Si José Albornoz y el PPT decidieron dejar el barco, esa decisión se respeta, pero por favor Albornoz ya estas muy cerca de ese charco de patos que es la oposición. En mi pueblo cuando una persona comenzaba a comportarse ridículamente le soltaban estos versos: El hombre es como el cohete/Cuando le eleva a la altura/ Allá truena, allá figura/ Y viene a servir de juguete.
Cuando en mi pueblo tiraban cohete, de niño corríamos a buscar las varillas (cañas) para jugar o fabricar los voladores o papagayos.
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