Usted en su artículo dice que los comunistas no deberíamos negar lo que somos y decir llanamente que somos comunistas. Nos dice que usted cuando era joven y tenía contagiado el sarampión marxista de aquellos tiempos y que nunca la negaba. Pues dejeme decirle que los que hemos sido verdaderos comunistas: ni antes ni ahora lo hemos negado. Haya usted que dejó de serlo simplemente por que nunca lo fue. Usted al igual que otros muy bien conocidos personajes de la fauna escualida utilizaron la escalera de la izquierda revolucionaria para llegar a la cuspide capitalista, en el campo político de la izquierda democratica inventada por la CIA para enrollar en sus filas a jovenes intelectuales tanto de europa como de américa y así apartarlos de la fascinación marxista. Para ellos no fué nada dificil enrolar a gente como usted. Los reclutados bajo las manos de Freddon Hause, La Ned, la Usaid y la CIA pasaron a formar parte de la nómina de esos organismos al servicio del imperialismo yanqui. Son esos esos seudos comunistas de los setenta y ochenta, que ahora andan sin escrupulo alguno vomitando su enfermizo anticomunismo tan solo por unos cuantos dolares. Por eso hablan mal de Cuba y de la revolución bolivariana. Por eso señora Cuenca: por los dolares que compraron su conciencia. Quiero decirle que su artículo más bien parece una novelita rosa mal elaborada y mal contada. En donde mete a su madre e hijos en el teatro de su vida. Yo no se si usted recuperó su fe al cristianismo y al catolicismo, después que se desprendió del aluvión revolucionario de aquellos tiempos, lo que le puedo decir es que usted jamás fue comunista. Lo que si fué es una gran trepadora y que ahora forma parte del clan de los Teodoro Petkoff,Rafael Cádena, Marta Sosa, Gabriel Puerta, Carlos Melo de Marta Colomina, y de otros tantos y tantas que hicieron lo mismo que usted que utilizaron a la revolución cubana como trampolin para luego lanzarse a la piscina del capitalismo al cual ahora tanto defienden. Señora Cuenca: todos los comunistas somos serios y honestos y nos sentimos orgullosos de lo que somos. Y si hay algunos como usted dentro del gobierno y no lo dicen es por que ellos, al igual que como usted lo hizo en su juventud, estan utilizando a la revolución para su beneficio Nosotros los comunistas seguimos amando y defendiendo a la cuba revolucionaria y a su pueblo al cual usted tanto odia. Cuba es el país más democrático y libre de este continente (cosa que a usted le duele) y sigue representando para todos los revolucionarios de verdad, un magnifico ejemplo a seguir. Siga rumiando su odio visceral anticomunista en ese desierto tan oscuro en el que usted vive y en el que solo la escucharan los fantasmas que viven en esa novelita rosa que usted nos contó. Por último le digo que usted debería de tomar clase de etica periodistica de esa colega suya que tiene un artículo al lado del suyo llamada Mariadela Linares.
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