El imperialismo yanqui sigue viendo a Nuestramérica como su “patio trasero”, no han entendido que los pueblos ya no aceptan las dictaduras y que han despojado de sus conciencias a las “repúblicas bananeras”
En estos días Mario Silva, conductor del irreverente programa de TV La Hojilla, nos hizo recordar aquello que se cuenta del presidente de los EEUU, Franklin D Roosevelt cuando recibió con honores al dictador Anastasio “tacho” Somoza; un periodista le increpó diciéndole: por qué recibía con honores a ese “hijo de p…” y Roosevelt respondió: “"Puede que sea un hijo de p…, pero es nuestro hijo de p…"
A quién se le iba ocurrir pensar que el presidente de los EEUU y el periodista ofendían a Julia García madre del dictador Somoza, el mismo que planeó el asesinato de Sandino y que dijo: “¿Yo el presidente de Nicaragua? ¡Nicaragua es mía!”
Esa misma lógica -creerse los dueños de Venezuela- la mantienen algunas familias: los “amos del valle”, como los llamara el escritor Francisco Herrera Luque y algunos dueños de medios de comunicación.
Los Estados Unidos confunden el petróleo con la banana, no han asimilado el contenido revolucionario, libertario y soberano de la República Bolivariana de Venezuela
Afortunadamente tenemos programas como la Hojilla para recordárselos y decirles que: sus hijos de p…. ¡No Volverán!
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