Recientemente el Grupo Prisa, a través de su periódico El País, cometió lo que Ignacio Ramonet –director del tabloide francés Le Monde Diplomatique en español– calificó como “una de las mayores manipulaciones mediáticas de la historia”, al publicar una fotografía falsa del presidente Hugo Chávez antes de morir.
Ahora el diario ABC realiza una campaña de intoxicación mundial contra la memoria de Hugo Chávez y su familia.
El ABC de España lanza al voleo unas series de acusaciones sin pruebas; los cagatintas roban una serie de fotos familiares de las redes sociales y envenenan a un sector de la opinión pública, intentando hacer creer que el líder de la Revolución Bolivariana habría cometido actos de corrupción, al igual que hacen casi a diario los políticos de la derecha española.
Este nuevo crimen mediático contra la memoria de Chávez y su familia surge casi simultáneo con el realizado por el candidato Henrique Capriles, cuando deja entre-ver que el presidente Chávez murió en La Habana, Cuba.
Sin duda, los ataques forman parte de la campaña de intoxicación permanente que muchos medios españoles (La Razón, La Vanguardia, El Mundo, etc.) y de otros países, realizan contra las políticas de inclusión, independencia y soberanía impulsadas desde Venezuela para el mundo.
Ante la avalancha de reconocimientos a escala planetaria del liderazgo de Hugo Chávez, su legado de humildad, solidaridad internacional y aporte para la construcción del socialismo del siglo XXI, la cloaca mediática no cesa.
Las corporaciones mediáticas no hacen control de daños, atacan. Su intención es horadar el apoyo de los pueblos del mundo a la Revolución Bolivariana y al legado del presidente Hugo Chávez.
