Estimados camaradas socialistas, ver en estos días recientes pasados toda la alharaca que se formó en torno a la posible venta del canal político conocido como Globovisión a un empresario del área de los seguros cuyo nombre al parecer es Juan Domingo Cordero, me ha hecho reflexionar muchísimo sobre el tema, así como recordar, y por ende investigar, ciertas coincidencias un tanto curiosas como peligrosas en este caso.
Lo primero que me llama la atención es el nuevo comprador, es que resulta ser el dueño de una casa de seguros, por lo cual esta ligado al sector financiero, y harto es conocido las mil y una veces que se ha dicho, en medio del fragor de la lucha de cuarta generación a la cual se somete a diario a nuestra revolución, que la gente del sector financiero debería tener vedada la posibilidad de adquisición de un medio de comunicación, sobre todo uno tan masivo como un canal de televisión, y en este caso estamos olvidando nuestras propias premisas vitales.
Lo segundo que me causa interés y mucha suspicacia es el hecho de que estemos muy cerca de la finalización de la concesión radioeléctrica que permite, a ese muy mal canal televisivo, operar, y es justo ahora, ya casi en la fecha limite, que aparece un posible comprador, que muy seguramente contaría con el apoyo de algún oscuro quinta columna dentro de nuestro gobierno, que le facilitaría, previa venta de una imagen de Cordero como pro-revolucionario, concederle la concesión que es del pueblo a este señor y así burlar lo que debe ser mandato popular: el cierre de Globovisión.
Lo tercero, y aquí lo que peor huele, es que recordando un programa de Mario Silva, de hace ya tiempo, y varios comentarios de Walter Martínez en su programa hablando sobre la Bolsa de Valores de Caracas, donde asociaban al señor Leopoldo Castillo, principal figura de ese canal, como directivo de la antes citada Bolsa, y recordando además motu proprio, que hace un buen tiempo el ya nombrado Juan Domingo Cordero fue presidente de ésta, me entró un halo casi fantasmal de malos pensamientos y muy malos, sobre la posible venta del canal, para burlar al pueblo y dejar todo como está, gracias a este plan, que parece bien urdido entre dos amigos.
Después de todo esto me puse a averiguar un poco sobre la Bolsa de Valores de Caracas y encontré este link: http://www.caracasstock.com/esp/labvc/galeria.jsp donde aparecen todos los presidentes de la Bolsa con sus fechas de mandato y adivinen qué, el ya mencionado comprador fue presidente de la Bolsa entre el 89 y el 93. Ligera coincidencia, pero coincidencia al fin.
Buscando un poco más encontré un blog de un tal Luis Benshimol que resulta ser un corredor y directivo de esa Bolsa desde hace muchísimo tiempo, y este publicaba en su blog los asistentes a la celebración en 2.009 de los 60 años de la citada Bolsa, a continuación el Link:
http://luisbenshimol.wordpress.com/2009/04/27/celebracion-de-cierre-de-los-60-anos-de-la-bolsa-de-valores-de-caracas/ y como se podrán imaginar, tanto el señor Cordero, como el señor Castillo estaban presentes y departiendo muy amenamente.
Todavía encontré un nuevo link de esa ñácara de periódico conocido como El Universal donde aparece la actual junta directiva de dicha Bolsa, a saber el link:
http://www.eluniversal.com/2000/11/21/eco_art_21204AA.shtml y sí, adivinaron, Leopoldo Castillo pertenece a la actual junta directiva de la Bolsa, antigua área de operaciones, de vida y de fortuna de Juan Domingo Cordero...Uds, camaradas amigos me dirán si algo no huele muy mal en esta posible venta.
Ya para finalizar y no alargar mucho este artículo, cuya única finalidad es alertar a todos los camaradas socialistas sobre los pasos que en un futuro debemos seguir ante esta posible venta, poco nos ha de importar si se conocen estos señores o no, que todo indica que se conocen y muy bien, no nos podemos olvidar de dos cosas primordiales y por las cuales debemos luchar con el corazón si es necesario: no debe haber más medios de comunicación en manos de gente del área financiera y lo que es más importante, ese espectro radioeléctrico es de todos nosotros: el pueblo, y no queremos que se siga maltratando y pisoteando de esa manera un bien de todos, así que éste debe volver a manos de sus legítimos dueños: el pueblo.
Terminando ya, no podemos dejar de pasar la oportunidad de recuperar un espacio y un poder que es del pueblo, esa concesión no debe ser renovada y si los dueños del canal le quieren vender su estructura a este señor, bien que lo hagan, este es un país libre, pero sin concesión ni espacio radioeléctrico, de eso nada. Y estemos alertas camaradas porque si algún oscuro quinta columna del alto gobierno quiere perfumar y endulzar esta venta, deberemos en bloque salir a la calle, exigir nuestro derecho y desenmascarar al quinta columna.
Y ahora sí me voy pero no quiero que olviden esto: Pobre nunca vota por rico.
