En Venezuela hemos sido testigos de cómo el canal de televisión Globovisión ha creado verdaderos “guetos”, constelaciones de disociados que asumen como realidad lo que ven y oyen a través de esa empresa privada, capitalista, que gestiona una franja del espectro radioeléctrico de los venezolanos, de la nación.
El canal capitalista ha impactado en un significativo sector de la población, le ha configurado un perfil social, un “modelo de conducta” grupal e individual.
Podemos hacer una caracterización de los “televidentes” de esa arma de guerra que es la empresa de televisión Globovisión.
Una característica es la “disociación”, hemos dicho que es la desconexión con la realidad: se asume el mundo que presenta Globovisión como su mundo real, incluidas sus macabras cortinas musicales.
A propósito de las cortinas musicales, hemos dicho que en la vida real, un hecho noticioso –por ejemplo un delito- no va acompañado de música de terror como hacen los noticieros Globovisión; ellos utilizan los avances de las neurociencias para estructurar sus noticieros con la intención de causar daño emocional en la población, crear malestar y adversidad al Gobierno Socialista.
Otra característica es que desaparece de su imaginario la noción de Nación y la identidad con la Patria.
No tienen vida comunitaria, la desconfianza es el valor que determina sus relaciones sociales; la interacción solo se da con aquellos que profesan y demuestran su odio y violencia contra el chavismo y socialismo.
Los disociados se creen dueños de Venezuela, por ello, al oír la orden del fascista, salieron desde sus guetos a asesinar chavistas el 15 de abril.
Nota: artículo publicado en diario Correo del Orinoco No 1.327 el 24 mayo de 2013
