Recientemente se conoció la venta que la familia Capriles está realizado de su grupo editorial. Algunas informaciones apuntan al reconocido banquero Víctor Vargas, dueño del Banco Occidental de Descuento (BOD) y Corp Banca como el “presunto” comprador del conglomerado mediático, no obstante ellos mismos han desmentido tales rumores (http://www.descifrado.com/ 2013/06/empresas/venden-la-
Sin embargo llama la atención el comportamiento mediático que en las últimas semanas ha sucedido en el país, en primer lugar tenemos las reuniones que algunos sectores recalcitrante y manifiestamente adversos al gobierno, pero que han disimulado medianamente bien su hostilidad a la Revolución Bolivariana, han mantenido con el jefe del ejecutivo nacional. De ellas podemos destacar la reunión con los nuevos directivos de Globovisión encabezado por el Sr, Raúl Gorrín, quien es opositor al gobierno así como el resto de la junta directiva que asumió las riendas de ese canal, pero no solo eso, resulta que sobre el señor Gorrín pesan varias demandas por extorsión, además de su relación con el banquero prófugo venezolano Alvaro Gorrín, uno de los responsables de la quiebra del Banco Canarias hace un par de años atrás.
Sobre Juan Carlos Cordero inquieta su responsabilidad por la quiebra del Banco Barinas y el Grupo Financiero Cordillera durante el gobierno de Caldera; de igual manera ocurre con Gustavo Perdomo, quien es uno de los propietarios de Seguros la Vitalicia con un bajo perfil al que sin embargo, se le relaciona como abogado que una vez estuvo al servicio del banquero golpista Ignacio Salvatierra y operador financiero involucrado en algunas actividades canbiarias a partir de fondos del estado en virtud de la relación que pudo mantener con algunos ex - altos funcionarios que estuvieron al frente de la Tesorería Nacional, Bandes y otros bancos del estado y dependencias del Ministerio de Finanzas. Con estos hampones se reunió el presidente Nicolás Maduro.
De igual manera sorprende la virtualmente sorpresiva venta de la Cadena Capriles, un conglomerado mediático de gran éxito en nuestro país y que hábilmente mantenía dos líneas editoriales, una abiertamente opositora con diarios como El Mundo y otra ambigua con Últimas Noticias y su director, que pretenden mantener un supuesto “equilibrio informativo” lo cual les ha servido para que el gobierno les inyecte una increíblemente sádica suma de dinero en publicidad y publicaciones conexas a través de ese diario; lo cual me imagino sirve para paliar las eventuales mermas en publicidad que tenga un periódico con las ganancias del otro, es decir, que de cualquier manera nuestro gobierno revolucionario financia su propio derrocamiento….
Ahora bien, es interesante observar con cuidado los intereses que hay detrás de estas “reuniones” y estas operaciones de compra – venta se están dando, por un lado, y QUIÉN AUSPICIA o más bien QUIEN PRESIONA para que unos directivos con un prontuario tan poco halagador como los el de los nuevos dueños de Globovisión sean recibidos por el mismísimo presidente de la república?, entendemos que la venta de ese canal obedeció a la situación de vencimiento de la concesión del espectro radioeléctrico, mantiene con el estado venezolano hasta el año 2015 –si no me equivoco-, pero era necesario que el presidente Maduro los recibiera?, no bastaba con una visita al despacho de Comunicación e información o a Conatel para conocer las opiniones de estos nuevos propietarios?, alguien podrá decir que el Presidente también recibió a los propietarios de Veneno-visión y Rc-televén, lo cual haría parecería normal que también fuesen recibidos los nuevos propietarios del que ha sido el principal partido político de la oposición.
Por otro lado, resulta de igual manera interesante examinar quienes están realmente detrás del negocio con el cual se han hecho de uno de los grupos editoriales más importantes y que se ha enriquecido gracias al financiamiento directo que le ha aportado este gobierno?.
¿Quien o quienes están detrás de este nuevo tinglado que aparentemente persigue una hegemonía comunicacional – y hasta financiera- que en nada busca la difusión de los valores de la sociedad que supuestamente estamos empeñados edificar, ni mucho menos la construcción de una nueva dinámica económica socialista? ¿Existirán nexos de estos nuevos protagonistas del negocio privado con antiguos funcionarios “revolucionarios”?
¡Ojo pelao compañeros!