Recientemente el presidente Nicolás Maduro ha hecho un llamado a una “gran revolución cultural y comunicacional”.
La visión del presidente Maduro es un salto cualitativo -dialéctico- porque ha implicado en ese llamado a los ministerios de las Comunas, Educación, Cultura, Comunicación e Información y al pueblo.
Y para contribuir a la construcción de esa Revolución, retomaré “viejas” propuestas:
La revolución cultural-comunicacional “debe contribuir al proceso de desaprender, descolonizar culturalmente a nuestros pueblos, entendida como: dejar de ver, sentir, soñar y construir, desde la desesperanza aprendida del colonizador y siglos de capitalismo”.
La Revolución debe acelerar la formación de un centro de producción y creación de contenidos socialistas, que contribuya a tejer el imaginario socialista.
Producción de contenidos que no solo combata la ideología capitalista, sino que nos diga qué es y por qué el socialismo y que nos sugiera cómo se vive en socialismo.
Las cadenas y campañas de servicio público que realice el Gobierno deben ser de transmisión obligatoria para la TV y radios: digitales, por cable y satélite que operen en territorio venezolano.
Los medios deben ir pasando progresivamente a ser públicos y contribuir al proceso de transformación ética, cultural, económica y social de la sociedad; y a la construcción de una nueva hegemonía, con base en la igualdad con equidad, justicia social, democracia directa, cuidado de la naturaleza, etc.
Necesario es recordar que: el socialismo se gana o se pierde en la cabeza de los pueblos.
¡Por una Constituyente de los medios!