La mentira mediática persistente de la oposición y la pasividad por respuesta

Es realmente preocupante la pasividad gubernamental ante tamaña campaña mediática de descrédito con todo lo que hace el gobierno nacional, la cual no solamente es permanente y que, además, no mide su capacidad perversa de inventar mentiras, de desvirtuar la realidad, de ocultar información y generar terror con el cuento repetitivo de que el país va de mal en peor, así como que más temprano que tarde caerá en una crisis de la cual jamás podrá levantarse. No entendemos el por qué la Revolución no ha podido articular una política comunicacional que enfrente con éxito a una oposición que busca tan sólo destruirla, sin que para ello descarte las estrategias que fueren, como recurrir a los planes magnicidas y aliarse hasta con el diablo para intentar lograr que el imperio nos invada o nos bombardee o nos imponga un bloqueo, convencida como lo está, no obstante haber sido derrotada mil veces en esos intentos, de que  esa la única opción que tiene para retornar a Miraflores, con el agravante de que no es capaz de advertir, por su absoluta ceguera mental, que cuando comiencen a caer las bombas USA, sus operadores desde el aire lo único que no pueden hacer es que esos mortíferos artefactos vayan directo en busca únicamente de chavistas?!!!

¿Por qué callamos o nos tardamos tanto en desmentir tanta falsedad de los medios?

¿Qué hacen las numerosas de oficinas de comunicaciones y prensa de los despachos oficiales, la mayoría de las cuales, entendemos, funcionan con rango de direcciones, en la tarea primordial que tienen de divulgar la gestión del despacho al cual están asignadas?

Ni una sola de esas dependencias hemos visto que sale a la palestra pública a cumplir con sus responsabilidades específicas y esto viene ocurriendo, sin exagerarlo, desde que el presidente Chávez asumió la presidencia en 1.999.

Hemos reiterado mil veces esa pregunta y nos angustia que no haya tenido una respuesta satisfactoria. Hemos sugerido, también, que se debería adelantar una gestión de rectoría y vigilancia rigurosa de la actuación de esas dependencias que consumen altas sumas del presupuesto nacional y que nada producen de positivo para el país, pues es realmente imperdonable que ni siquiera mantienen al día las páginas oficiales que cada una de esas instancias tiene en la red, lo cual cualquier venezolano puede verificarlo abriendo las páginas de, por ejemplo los despachos ministeriales y se dará cuenta de que la desidia en ese tema es casi general.

Hemos agregado a esa sugerencia que se estudie la conveniencia de que las competencias de esas direcciones de relaciones públicas y prensa, deben estar sujetas a la rectoría del ministerio del Poder Popular para la Comunicación y la Información, puesto que estamos convencidos de que bajo una coordinación centralizada y del más alto rango, como esa, el éxito estaría asegurado. No obstante ello, esas dependencias deben tener la obligación de habilitar sus propios espacios de competencia para responder a los ataques muy directos de que son víctimas sus Instituciones en el término de la distancia y de forma contundente.

Nos preguntamos una y otra vez: ¿Hasta cuando el país va estar huérfano de ese mecanismo que nos va a permitir, en primer lugar, informarle al país la obra monumental del gobierno a nivel de todo el territorio nacional y, en segundo lugar, hacerle frente con éxito seguro a la feroz campaña mediática opositora que, es bueno, repetirlo, no busca otro objetivo que acabar con la Revolución Bolivariana, a costa de lo que sea?.



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Iván Oliver Rugeles


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