El transcurso progresivo de la humanidad, mediante la relación dialéctica cerebro manos en el proceso de trabajo, los seres humanos desarrollamos el pensamiento, condición que manejamos actualmente como capacidad de percepción, interpretación, creación y representación de la realidad; antes, durante y después de su transformación como realidad concreta. Esto nos conlleva a deducir que el pensamiento es producto de todo lo que nos acontece, en el crear, expresar, cohabitar y considerar; por tanto no podemos separar el pensamiento como sujeto dependiente solo del cerebro, más bien debemos pensarlo como el resultado de una integralidad existente del ser humano. En resumen podemos decir que nuestras acciones y expresiones son el resultado de un pensamiento que expresa nuestros sentimientos, categoría que usamos para significar nuestra sensibilidad concreta como el amor entre nosotros que nos sitúa en consternación y disputa ante las injusticias y en alegría y regocijo al contemplar la felicidad de todos y todas cuando las insuficiencias materiales y espirituales son satisfechas en estado de hermandad entre nosotros y nosotras, con el mayor respeto al universo.
Nuestro accionar, expresión y sentimientos es el resultado del pensamiento y es a la vez consecuencia de un proceso neuronal en donde se compara nuestra marco referencial histórico de comprensiones acumuladas, con la percepción de la realidad concreta presente ante nuestros sentidos y la perspectiva del hacia dónde vamos en el futuro como dirección, entonces es determinante para la conformación del pensamiento.
Permitámonos construir ese marco referencial histórico, que obviamente ya no lo podemos vivir materialmente, pero que si lo podemos reflexionar conscientemente mediante el método del materialismo histórico dialéctico y superemos la situación a histórica que nos envuelve y la hegemonía del pensamiento fragmentado, descontextualizado y aislado del contexto que aun está presente entre nosotros por la educación burgués imperante durante siglos de dominación. Elevemos nuestra capacidad de percepción, la cual también está condicionada por nuestros referentes históricos y nuestros intereses, que repercute en los motivos y pensamientos individuales y colectivos. Juntarnos pues en base a una concepto del mundo que nos permita manifestar la búsqueda del marco histórico, las percepciones sensoriales y las interpretaciones, creaciones y representaciones en función de los intereses de la clase trabajadora, que nos permita ser otro hombre y mujer ante los modos de producción y la forma de relacionarnos con nosotros mismos y con la naturaleza, en rebeldía profunda e irreverente a lo que expresa el modo de producción capitalista que degenera y fetichiza las relaciones humanas y destruye el universo.
Nosotros los comunicadores populares, trabajadores y trabajadoras organizados en Consejo Nacional de Planificación y Participación de la Comunicación del Poder Popular y sus Consejos Estadales, asumimos que mediante la autoformación colectiva, integral, continua y permanente debemos unificarnos en base al concepto materialista histórica dialéctica del universo con el objetivo de construir la sociedad justa y amante de la paz: la sociedad socialista, y continuar la ruta del socialismo hasta alcanzar la sociedad totalmente libre: la sociedad comunista; asumiendo la sociedad socialista como la transición del capitalismo al comunismo.
La capacidad de pensar está estrechamente relacionada con la capacidad de expresar mediante nuestras representaciones, la proximidad de las condiciones objetiva. Este pensamiento debe estrecharse con nuestros sentimientos amorosos por la humanidad libre de explotación y expoliación. Debemos con nuestros pensamientos ser capaces de expresar los intereses de de clase trabajadora en la transformación concreta de la realidad objetiva de materia y energía, que nos permita mediante el trabajo producir los bienes y servicios que necesitamos, en el marco de relaciones de amor entre nosotros y nosotras con la naturaleza, en resumen nuestro pensamiento, lenguaje y acción como clase trabajadora debe ser una expresión de fuerte sentimiento de amor por la especies vivas y el universo, expresado en: conciencia de clase, asumiendo los medios de producción y de materia prima, relaciones de igualdad y de justicia entre nosotros y nosotras, preservación de la naturaleza, empoderamiento de la ciencia y la tecnología para asegurar la soberanía tecnológica, modelos de organización de gestión directa y democrática del proceso social de trabajo, pensamiento de seguridad y defensa de nuestra patria y modo de producción socialista.